
Aunque su fondo es el farolillo rojo de la 'Liga de la Gestión Activa' de 'elEconomista', el gestor mantiene su fuerte convicción sobre las posiciones de su fondo, donde el sector financiero ocupa una parte considerable de la cartera, en la que Telefónica también tiene un peso importante
Lardiés se incorporó hace más de año y medio a la firma de banca privada A&G para gestionar el fondo DIP Spanish Equities (con casi 21 millones euros de patrimonio),que dentro de la Liga de la Gestión Activa de elEconomista lleva el peor rendimiento en el año, con una caída del 9,35 por ciento, por el fuerte peso del sector financiero en la cartera. Pero Lardiés, con gran experiencia en la gestión de activos en firmas como Metagestión, Edmond de Rothschild, Banco Madrid y Alpha Plus, cree que todo es cuestión de momemtum, a pesar de los nubarrones italianos que se ciernen ahora sobre el euro.
¿Por qué mantiene una apuesta tan fuerte por las entidades financieras?
A medio plazo, el sector financiero presenta valoraciones atractivas, pero no termina de salir del círculo vicioso de noticias negativas. El momemtum es malo. Ya hemos empezado con el calendario de retirada de estímulos del BCE y, aunque sin fecha concreta, también se espera el comienzo de la subida de tipos. Además, esperamos un proceso de consolidación, que sería no solo a nivel nacional sino europeo, y esto debería generar otro momentum. Pero, de momento, todo son expectativas.
¿Los cambios efectuados en las cúpulas del Banco Santander y del BBVA van esa línea?
Si nos fijamos en el perfil del nuevo CEO del Santander, Andrea Orcel, podemos sacar conclusiones sobre para qué es adecuado. En un proceso de consolidación del sector, el mercado apuesta porque esta entidad tendría un peso relativo y quizá están adaptando ciertos puestos de la casa a las circunstancias que están por venir. El propio BCE ha comentado en algún momento que este proceso debería producirse y, con las quinielas de las probabilidades, el abanico es amplio. El entorno quizá no es muy favorable para este tipo de movimientos, pero el sector está en esa dinámica, y hay que saber gestionarlos.
¿La situación política dificulta otra vez la salida del Estado de Bankia?
Es el eterno proceso de buscar el mejor precio de salida, pero solo aparecen piedras en el camino. Es una de las entidades donde más importancia tiene la evolución de tipos de interés para la rentabilidad de su negocio por la evolución de tipos hipotecarios. Y si encima ponemos globos sonda, como los impuestos a la banca, termina afectando a su valoración. Por tanto, barajar un horizonte donde se puede realizar, dependerá del entorno, pero todos los condicionantes parece que lo van a dilatar en el tiempo.
¿Cómo puede condicionar la situación en Italia al sector a medio plazo?
Lo asocio más con acontecimientos de índole política que al hecho de que puedan producirse eventos financieros. En el caso de Italia queda la duda del ajuste de su sector financiero, que no se ha acometido en profundidad. Pero el proceso de contagio no es tan evidente como hace unos años porque la solvencia de las entidades es mucho mejor. Incluso el crecimiento es positivo.
¿Pero puede influir en las decisiones que pueda adoptar el BCE?
Sería dar una señal bastante peligrosa de improvisación en un organismo como el BCE. No sería bueno que una decisión tan importante como la retirada de estímulos esté al albur de los acontecimientos. Debe tenerse en cuenta que el paraguas del BCE va a desaparecer y habrá que ver qué impacto podría tener en la percepción de los inversores.
¿Qué tipo de empresas le gustan?
Preferimos compañías que no tengan buen momentum, como los medios, en las que el mercado se ha puesto en un extremo demasiado negativo en valoraciones, pero donde tenemos un margen de seguridad que quizá no tenemos en otros sectores con un momento de mercado más dulce.
Una compañía por la que apuesta fuertemente es Telefónica, que está muy endeudada y no termina de remontar en bolsa.
El nuevo equipo gestor ha sido consciente desde el primer momento de que no estaba dando la importancia necesaria a la espiral de deuda y está intentando revertir esa situación, en un sector con los márgenes a la baja y unas nuevas dinámicas de negocio. El entorno competitivo es muy fuerte y hay ciertas decisiones que se deben explicar muy bien, como pagar los derechos del fútbol. España no es un mercado crítico pero sí importante y el negocio tiene problemas para dar la rentabilidad que debería asociarse a este entorno. No es un caso aislado de Telefónica, sino estructural del sector. Y ese proceso de adaptación es complejo. El nuevo equipo transmite la idea de que están sentando las bases de lo que será la firma dentro de 15 años, pero a corto plazo los resultados no son palpables y el mercado está pendiente de otras cosas.
¿Qué la parece la salida a bolsa de Cepsa?
La valoración de la compañía es prácticamente la misma que hace siete años, cuando dejó de cotizar en bolsa. Y el sector no ha cambiado para bien. A medio plazo, se enfrenta a las energías renovables o limpias, con lo que el entorno de los próximos diez años quizá es más difícil. Tiene un negocio petroquímico que le puede aportar un valor añadido respecto a la competencia. En cuanto a valoración, dependerá del entorno de mercado. Si es favorable, el rango puede ser una opción interesante.