
Tokio, 26 sep (EFE).- El selectivo de referencia Nikkei de la Bolsa de Tokio sumó hoy ocho días al alza y superó la barrera psicológica de los 24.000 puntos ante la expectativa de los inversores de sólidos informes de ganancias corporativas.
El Nikkei avanzó 93,53 puntos, un 0,39 %, hasta situarse en 24.033,79 enteros, mientras que el segundo indicador, el Topix, que agrupa a los valores de la primera sección, retrocedió 0,77 puntos, un 0,04 %, hasta 1.821,67 unidades.
El parqué tokiota abrió a la baja y el Nikkei permaneció en territorio negativo casi todo el primer tramo de negociación debido a que los inversores decidieron asegurar su derecho a dividendos para la primera mitad del año fiscal japonés (abril-septiembre).
El índice borró las pérdidas y extendió sus ganancias durante la tarde respaldado por la expectativa de sólidas ganancias corporativas, a pocos días del arranque de la temporada de presentación de resultados.
También influyó positivamente la depreciación del yen frente al dólar estadounidense y un buen desempeño en la Bolsa de Shanghái.
Los sectores que cosecharon las principales ganancias fueron el del crudo y el carbón, el de los instrumentos de precisión y el agrícola y pesquero, mientras que el del transporte marítimo, la banca y los créditos al consumo lideraron las caídas.
Las compañías vinculadas al turismo subieron hoy gracias a que se espera un aumento del número de visitantes chinos a Japón durante las festividades del Día Nacional desde el próximo lunes, entre ellas el fabricante de cosméticos Shiseido, que subió un 3 %.
Las acciones de alto rendimiento cosecharon retrocesos después de que los inversionistas obtuvieran derechos de dividendo, entre ellas las del fabricante automovilístico Nissan Motor, que se dejó un 4,1 %, y las del grupo financiero Mizuho Financial, que cayó un 2,4 %.
En la primera sección, la de las firmas con mayor capitalización, 1.049 valores avanzaron frente a 918 que retrocedieron, mientras que 64 cerraron este miércoles sin cambios.
El volumen de negociación ascendió a 2,967 billones de yenes (22.344 millones de euros), por debajo de los 3,39 billones de yenes (25.529 millones de euros) de la víspera.