
La vieja Pescanova ha recurrido la sentencia del Juzgado de lo Mercantil nº 1 de Pontevedra que validaba la ampliación de capital de Nueva Pescanova y que condenó la compañía a reducir su participación en la nueva empresa de un 20% al 1,65%. El pasado mes de junio, las acciones de la vieja pescanova se dispararon ante la posibilidad de recuperar su presencia en el capital.
La antigua Pescanova no da por pérdida la batalla judicial para recuperar su participación en la Nueva Pescanova, que tras la reestructuración de la compañía se quedó con los activos productivos del grupo, tras una ampliación de capital de 135 millones.
Pescanova entró en concurso de acreedores en 2013, y dos años después se aprobó su reestructuración, que conllevó su división: la parte productiva quedó bajo control de la banca acreedora, agrupada en Nueva Pescanova; mientras la vieja quedó como una sociedad de cartera en manos de los minoritarios, cuyo principal activo era un 20% de las acciones de la Nueva Pescanova.
Los accionistas de la vieja Pescanova, con Fernández de Sousa al frente que tiene un 7% de la antigua matriz, denunciaron la ampliación de 135 millones que ejecutó los nuevos gestores y a la que rechazaron acudir.
Una vez ejecutada la ampliación de la nueva sociedad supuso la dilución de su peso en el capital de esta última, que pasó del 20% al 1,65% actual.
La vieja Pescanova denuncia que la operación no obedecía al interés de reforzar el capital de la Nueva, sino que en realidad pretendía diluir su porcentaje de acciones.