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Petroleras y eléctricas 'luchan' para conquistar el tablero de las renovables

En una época en la que todos los sectores se enfrentan a retos transformacionales, el futuro y la sostenibilidad del energético está siendo vigilado con lupa por parte de unos inversores que cada vez prestan más atención a los criterios de responsabilidad corporativa de las empresas. En medio de esta transición, las petroleras se han lanzado a competir con el sector eléctrico a la caza de oportunidades para convertirse en compañías cada vez más verdes.

"Las petroleras podrían seguir un camino similar al de muchas de las grandes utilities aumentando su actividad en renovables y servicios energéticos", explica Meredith Annex, analista de Bloomberg New Energy Finance. "Las grandes firmas de la industria todavía están explorando este espacio y sus planes de inversión en bienes de capital (capex) siguen siendo más pequeños que los de muchas eléctricas. Sin embargo, el tamaño de estas firmas implica que, mientras el sector madura, podrían acabar invirtiendo más que los jugadores tradicionales", concluye Annex.

Las petroleras

Durante los últimos años, las petroleras integradas han realizado o planean acometer inversiones destinadas a ganar exposición a una energía más limpia. Según los datos de Bloomberg, entre el 2 y el 5% del capex de las grandes petroleras va destinado a la nueva energía y este porcentaje podría alcanzar el 20% anual de cara a 2030.

En esta línea, Shell anunció en 2017 que invertirá entre 1.000 y 2.000 millones en 2018, Repsol se ha comprometido a desembolsar 2.500 millones entre 2018 y 2020, Total prevé que sus inversiones en renovables supongan entre el 15 y el 20% del total antes de 2035 y Statoil espera esta misma cifra en 2030. Entre las grandes petroleras que han comprometido una parte de su inversión a una energía menos contaminante, Royal Dutch Shell y Eni logran hacerse con una recomendación de compra, mientras que el resto son un mantener -ver gráfico-.

En medio de estas promesas, Repsol y Total han sido las dos primeras petroleras en realizar un movimiento relevante. La francesa adquirió en abril el 74% de la minorista de electricidad Direct Energie por 1.400 millones -el 1% de su valor bursátil- en una transacción que fue bien recibida por los analistas. "La operación de Total expande su presencia en la cadena de valor de gas y electricidad y debería incrementar la generación de caja del grupo desde 2018", estiman en Jefferies. Por su parte, en Oddo destacan que será "bueno" a largo plazo, ya que "el aumento de la demanda de electricidad supera al del petróleo". La compañía cuenta con una de las mejores recomendaciones del sector -un comprar- y se espera que sus beneficios crezcan un 65% entre 2017 y 2020.

Por su parte, la española acaba de completar la compra de Viesgo por 750 millones de euros -el 2,8% de su capitalización- con la que conseguirá una capacidad de 2.950 megavatios, el 66% de su objetivo de 4.500 megavatios cara a 2020. Desde Sabadell calculan que esta operación puede aportar unos 60 millones de euros al beneficio operativo de Repsol y destacan que "el potencial de la compra reside en el desarrollo de un negocio alternativo para Repsol donde su imagen de marca le permitirá crecer de forma orgánica". Tras la presentación de su plan estratégico en junio -en el que anunció su giro hacia una energía más limpia- la opinión de los expertos sobre la compañía ha mejorado sustancialmente: cuenta con su mejor recomendación de los últimos 4 años, si bien es un mantener.

Las eléctricas

Si las petroleras están asomándose a la energía verde durante los últimos años, las eléctricas se sitúan a la cabeza de la transición energética y ya han realizado importantes inversiones en este sentido. Aún así, no deben despistarse para evitar que las primeras -con un tamaño mucho mayor- acaben quitándoles el trono. Las utilities han copado una gran parte de las emisiones de bonos verdes corporativos -ver página 10- y su capacidad renovable está todavía muy por encima de la de cualquier petrolera.

"La transformación energética que está teniendo lugar ha tenido el impacto más sensible en las eléctricas europeas que, además de añadir 20 gigavatios de energía solar y eólica en los últimos 5 años, se han deshecho de 65 gigavatios de combustibles fósiles en solo un año", apuntan en Energy Intelligence. La consultora elabora una clasificación sobre las eléctricas con mayor porcentaje de capacidad limpia sobre su generación total, un ranking que está dominado por Acciona. Pero ¿cuáles son las firmas que combinan un mayor porcentaje de negocio limpio con una buena recomendación para el consenso de mercado?

La firma controlada por la familia Entrecanales cuenta con una capacidad renovable de 8 gigavatios, lo que supone el 90% de su generación de energía, situándose en cabeza de esta clasificación. Además, luce una recomendación de compra para el consenso de mercado. "A medio plazo, Acciona confía en las renovables como el principal motor de crecimiento. La reducción del coste de instalación de las tecnologías eólica y fotovoltaica permite que estas fuentes de energía sean tan competitivas como las convencionales y no necesiten de subvenciones para obtener retornos atractivos", resaltan desde Bankinter.

En el primer trimestre del año la división de energía de la compañía alcanzó un beneficio bruto de 220 millones de euros, un 5,8% más que en el mismo periodo de 2017. Con esta mejora, esta pata del negocio ya supone el 68,3% del ebitda del grupo, frente al 57,4% que pesaba en el ejercicio anterior. "Este año la tendencia sigue siendo buena, se espera que siga creciendo. Las producciones han sido muy superiores que el pasado año gracias a la lluvia, ésta genera viento, que es donde tiene un porcentaje muy alto de los activos de renovables y los precios han caído poco", apunta Ángel Pérez, analista de Renta 4.

El conglomerado se ha fijado un objetivo de crecimiento del beneficio bruto del entorno del 5% para este año y en el primer trimestre aumentó el 6,3%, por encima de este nivel, lo que deja abierta la puerta a que al presentar sus cuentas del semestre -el 27 de julio- pueda anunciar una mejora de sus previsiones para el año.

La segunda compañía con un peso mayor de las renovables en su capacidad es la alemana E.ON, con un 50%. Pero la situación va camino de cambiar, ya que en la operación para hacerse con Innogy -que se cerrará en 2019- la compañía transferirá a RWE (hasta ahora matriz de Innogy) la mayor parte de su negocio de renovables para centrarse en la industria de redes y distribución.

En este escenario, para cazar un gigante que siga apostando por las renovables y que cuente con el beneplácito del consenso de mercado es mejor mirar a Iberdrola o la italiana Enel, las dos mayores utilities de la eurozona con sendas recomendaciones de compra y una importante generación verde.

La firma presidida por José Ignacio Sánchez Galán cuenta con 15,3 gigavatios de generación verde, el 34% del total. En el primer trimestre del año su negocio renovable generó un beneficio bruto de más de 600 millones de euros, un incremento del 34% con respecto al año anterior y el 26% del ebitda total. Según los cálculos de Sabadell, el negocio renovable alcanzará los 2.200 millones de beneficio bruto al cierre de este año, un 38% más que en 2017.

En Enel la incertidumbre política está pesando sobre sus títulos, con la amenaza de un recorte de la retribución regulada y un nuevo impuesto especial para el sector por el nuevo Gobierno. Incluso con estos nubarrones, los analistas siguen encontrando atractivo en la empresa, con la recomendación de compra más clara del sector. La compañía cuenta con una generación de 15,4 gigavatios de energía verde y el 26% de su beneficio procede de las renovables. "Enel todavía ofrece oportunidades para crear valor con múltiplos baratos. Además, invierte de manera sensata en actividades con elevada visibilidad en la generación de cash flow como las renovables y las redes", explican desde Barclays.

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