Bolsa, mercados y cotizaciones

El petróleo no se cree la recuperación económica: el barril se desploma a pesar del recorte de la OPEP

Está claro que no todo el mundo comparte la euforia con la que Wall Street recibió el martes la bajada de tipos sin precedentes decidida por la Reserva Federal. Ayer el petróleo lanzó un contundente mensaje de que no se cree que esta medida vaya a provocar la ansiada recuperación de la economía norteamericana: en un día en que los tenía todo para subir -aparte de la Fed, contaba con la OPEP, que recortó drásticamente la oferta- no sólo no lo hizo, sino que se desplomó un 7%, al filo de los 40 dólares.

El cártel de los principales productores quiso dar un puñetazo en la mesa para frenar el imparable derrumbe del barril, que ha caído más de 100 dólares desde los máximos históricos de julio. Sólo han pasado seis meses desde entonces, aunque parece una eternidad. Así, la OPEP anunció un recorte de producción de 2,2 barriles diarios desde el próximo mes, el mayor jamás adoptado en su historia, que se suma a otro de 2 millones ya decidido en septiembre.

Y, aun así, el precio se desplomó. Los medios norteamericanos aludían ayer a varias explicaciones. Para la CNN, este recorte estaba totalmente descontado por el mercado, y por eso lo ignoró. Bloomberg sostenía que el mercado teme que el recorte no sea suficiente para reducir la inundación de crudo, después de que EEUU dijera que los inventarios han subido en 11 de las últimas 12 semanas.

Estas explicaciones son verdaderas, pero no van al fondo de la cuestión: el mercado del crudo no se cree que vayamos a ver una recuperación de la economía y los precios (reflación) gracias a la Fed que pueda reactivar la demanda de petróleo. Al contrario, espera que la crisis se agrave y que la demanda siga cayendo; y con ella, la cotización del barril.

A la luz de lo ocurrido ayer, parece claro que el repunte del crudo en la última semana se debía casi exclusivamente al efecto divisa, es decir, a la fuerte subida del euro, que ha pasado de 1,30 dólares a 1,44 en apenas cinco sesiones. Pero este mero efecto no es suficiente para mantener el alza del crudo si no hay un escenario fundamental que lo apoye. Y ése fue el mensaje que lanzó ayer el mercado.

Existe una opinión generalizada de que las materias primas son una especie de indicador adelantado de la evolución de la economía. En consecuencia, lo ocurrido ayer nos alerta de un agravamiento de la crisis y de la ineficacia, en el mejor de los casos, de la bajada de tipos hasta cero. En el peor, nos anuncia deflación y depresión. Sin embargo, cabe recordar que las materias primas se pueden equivocar, y mucho.

El mercado se equivocó en julio

El mejor ejemplo nos lo ofrece el propio petróleo, que batía récords por encima de 140 dólares en julio (justo cuando Trichet, otro que es impagable como profeta, subía los tipos por los temores inflacionistas). Hablamos de julio, apenas un par de meses antes de que la crisis entrara en una nueva dimensión sin precedentes con la quiebra de Lehman Brothers y tres meses antes de que se confirmara que EEUU -y el mundo en su conjunto- están abocados a la recesión.

Se puede aducir que entonces el petróleo seguía subiendo por la presión de los especuladores que se habían subido al carro más caliente del mercado, del que se habían bajado hace tiempo los "profesionales". Cierto, pero ahora podría ocurrir lo mismo: son los especuladores con posiciones bajistas masivas los que impiden que el barril empiece a descontar el impacto del dopaje monetario y fiscal que nos inyectan los gobiernos.

En todo caso, queda claro que el crudo no fue capaz de anticipar la crisis hace unos pocos meses. Por eso, es posible que ahora tampoco sea capaz de anticipar la recuperación y que desplomes como el de ayer sean engañosos. De quién sea el equivocado dependerá el futuro de la economía y de millones de empleos en 2009.

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