Los inversores dirigen la mirada hacia los seguros como una alternativa a los planes de pensiones, en su búsqueda por arañar rentabilidad. Así lo revelan los últimos datos de Unespa -la patronal de las aseguradoras- y de Inverco -la asociación de instituciones de inversión colectiva y fondos de pensiones-. En el primer trimestre de 2018, el patrimonio en planes de pensiones cayó en un 0,9 por ciento, mientras que el ahorro bajo gestión en seguros de ahorro se incrementó en un 0,4 por ciento, hasta los 178.400 millones de euros. Pero ¿qué están ofreciendo para estar ganando tanta cuota de mercado?
Los SIALP -seguros individuales de ahorro a largo plazo, más conocidos como Planes Ahorro 5-, que limitan la aportación anual a 5.000 euros al año, tienen la gran ventaja de que los intereses que generan no tributan si se mantienen durante cinco años. Como ellos, han ganado clientes los PIAS o planes individuales de ahorro sistemático, que con la reforma fiscal de 2015 han ganado atractivo, al reducirse de 10 a 5 los años de contratación necesarios para poder rescatarlos; además, si se rescatan como rentas vitalicias los intereses están exentos de pagar impuestos, igual que los SIALP.
Las rentabilidades de estos productos son reducidas; el inversor en seguros es conservador entre los convservadores, y su huida del riesgo se traduce en bajos rendimientos. Aún así, muchos baten las anémicas rentabilidades de los depósitos.
Las rentas vitalicias se han disparado, también a causa de la ventaja fiscal que ofrecen desde 2015. Permiten complementar la pensión de jubilación transformando un activo -por ejemplo, un piso- en una renta vitalicia. Se entiende fácilmente con un ejemplo: usted tiene un piso en la playa y decide venderlo. Lo hace por 240.000 euros, con una plusvalía de 180.000 euros respecto al precio de compra. Esa plusvalía tributa, pongamos que al 20 por ciento: usted tendría que pagar 36.000 euros. Pero si el importe de esa venta lo destina íntegramente a contratar una renta vitalicia no tributará por él. Con una límitación: la cantidad máxima para transformar el patrimonio en renta vitalicia son 240.000 euros.
Así son los 'trajes a medida' de las aseguradoras
Teniendo en cuenta que las aseguradoras suelen referirse a sus productos como trajes a medida, elEconomista ha propuesto a las principales entidades que recomienden un seguro financiero para un cliente tipo: una ahorradora de 40 años que quiera invertir, para complementar su jubilación, 40.000 euros con un perfil moderado. Se trataría de una persona casada, con hijos y que, en el plano profesional, cobra 50.000 euros brutos al año y tiene un contrato indefinido. A excepción de VidaCaixa y de BBVA Seguros, el resto de grandes entidades han planteado sus propuestas.
Desde Santander Seguros propondrían a esta persona contratar su Plan de Previsión Asegurado (PPA). "Sus ventajas fiscales y sus requisitos son los mismos que los de los planes de pensiones. Con 40 años, la rentabilidad del PPA que estamos comercializando en la actualidad es del 1,9 por ciento neto para el cliente", explican desde la entidad. La rentabilidad, eso sí, es revisable cada seis meses y el mínimo garantizado es el 0,25 por ciento anual hasta el vencimiento.
Las otras dos opciones que plantean desde Santander son la contratación de un SIALP, pero asumiendo un retorno limitado: dado que la aportación máxima anual son sólo 5.000 euros, el 0,5 por ciento que ofrece la entidad a quienes aporten al menos 100 euros al mes se traduce en 25 euros al año. Otra opción es contratar un PASS (Plan de Ahorro Seguro Santander) y aportar como máximo 10.000 euros de una sola vez. El rendimiento es el mismo, 0,5 por ciento, siempre que se aporten al menos 50 euros mensuales. "Para el resto de liquidez, una opción sería suscribir un fondo de la amplia gama que comercializa el banco que tenga un perfil adecuado a las características del cliente; a medida que pasen los años podrá ir traspasando importes, si lo desea, del fondo de inversión al SIALP", añaden desde el banco.
Imaginemos ahora que la clienta quiere obtener un ahorro de 300 euros al mes. Álvaro Castillo del Carpio, director de desarrollo de negocio de Mapfre Vida, calcula que, con el sistema actual de pensiones, "se jubilaría en 2043 con un salario bruto estimado de 75.000 euros anuales y una pensión de 37.500 euros brutos". Para obtener ese complemento de 300 euros, "debería invertir los 40.000 euros iniciales en un producto que pudiera dar al menos una rentabilidad TAE del 3 por ciento". ¿Qué le aconsejaría? "Que se diversificaran los 40.000 euros en varios productos que se considere que pueden ofrecer al menos un 3 por ciento. Recomendaríamos una cesta de Unit Linked, fondos de inversión y fondos de pensiones con componente de renta variable, cesta cuyos productos deberían revisarse al menos cada 4 o 5 años", explica. Castillo del Carpio también recomienda "que 8.000 euros se inviertan en fondos de pensiones para, al menos, optimizar el beneficio fiscal del ahorro preexistente el primer año por el importe máximos contemplado de aportación a estos productos, y que se considere cada año la posibilidad de ir trasvasando ahorro a fondos de pensiones para obtener beneficios fiscales". Por último, "dada la pérdida de ingresos que va a sufrir al jubilarse, que no va a compensar con una renta de 300 euros mensuales, que se plantee un plan de ahorro sistemático mensual desde ya en la cesta de productos descrita".
Desde Ibercaja consideran que el producto idóneo para este perfil es el PIAS Euribor de IberCaja Vida, con una aportación de 200 euros al mes hasta un total de aportaciones de 57.800 euros, con un interés técnico neto de gastos de gestión del 0,2 por ciento durante el primer semestre, revisable cada seis meses. "El capital estimado en el año 2042 obtenido de esta operación sería de 58.359 euros, si el tipo de interés se mantuviese en ese 0,2 por ciento hasta su jubilación, y hay que recordar que el rendimiento estaría exento de tributación si lo cobrase en forma de renta vitalicia", explican desde la entidad. El producto permite realizar rescates totales o parciales en cualquier momento sin penalización.