MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
FCC se ha adjudicado el contrato de servicio de recogida de basuras de la zona centro de Madrid durante los próximos nueve años, lo que le proporcionará una facturación total estimada de 470 millones de euros, informó hoy la compañía.
El contrato establece que la empresa deberá efectuar inversiones por un importe de 48,1 millones de euros en vehículos e instalaciones.
El servicio comprende la recogida de basuras en los distritos de Centro, Arganzuela, Retiro, Salamanca, Chamartín, Tetuán y Chamberí, así como algunas zonas de los distritos de Fuencarral-El Pardo y Moncloa.
Según FCC, en estos siete distritos centrales se generan anualmente más de 480 millones de kilos de residuos urbanos, entre restos, envases, papel-cartón, vidrio, pilas, animales muertos, residuos hospitalarios, muebles y enseres. Esta cantidad representa aproximadamente 1,25 kilos por habitante y día.
El grupo que controla Esther Koplowitz ya realiza estas tareas en el resto de las zonas de la ciudad, tras ganar el correspondiente concurso en el año 2002, cuyo contrato finaliza el 1 de enero de 2013.
FCC explicó que, en realidad, se ha hecho con tres concursos, pues la zona centro se dividió en dos áreas geográficas, separadas por el eje del Paseo de la Castellana. El tercer contrato corresponde a la recogida especial de papel, cartón, vidrio y pilas.
DOTACIONES.
Para efectuar el servicio FCC contará con 227 nuevos vehículos. Los camiones destinados a la recogida estarán propulsados con motores de gas natural, mucho menos contaminantes y ruidosos que los convencionales, salvo 14 que serán eléctricos.
El desarrollo tecnológico del vehículo eléctrico, no disponible en el mercado y creado por FCC, ha supuesto cuatro años de trabajo sobre prototipo.
Asimismo, FCC creará un área específica de Control Integral de Calidad, lo que implica un aumento del número de profesionales destinados a controlar e intervenir en los diferentes ámbitos, tanto de realización del servicio como del comportamiento de sus empleados.
Además, se crearán dos nuevas figuras de inspección: el Supervisor de Calidad y el Observador de Comportamientos Incorrecto, que tienen como principal ventaja con respecto al control municipal, la inmediatez, ya que pueden actuar de forma directa resolviendo cualquier incidencia que pueda producirse en la prestación del servicio.