
La semana ha tenido tres protagonistas del Eco10, el índice de ideas de inversión de calidad del mercado español construido por el mayor consenso del mercado y calculado por Stoxx, Dia, Telefónica y Siemens Gamesa. En Dia no puede haber noche más oscura.
Al embrollo accionarial que supone la aparición del holding del magnate Mikhail Fridman -cuya entrada previa puede tener alguna connivencia con las posiciones bajistas tomadas previas para tomar una participación que desde el verano es larga (10 por ciento) y en los próximos meses será más larga (otro 15 por ciento), demostrando que se puede ganar dinero en las dos direcciones del mercado-, se une que la compañía ha contado al mercado, sin comunicación pública, que la semana que entra va a recortar los márgenes. Dia ya ha anunciado a inversores y analistas que su margen bruto en el mercado ibérico se ha deteriorado brutalmente y llevará el del grupo al 6,5 por ciento, más de un punto menos que en los años buenos, con la previsión de que el deterioro va a continuar en próximos ejercicios, curiosamente cuando en otros grandes grupos europeos se está produciendo una recuperación. En La Casa Rusia de Le Carré en la que está metida Dia nadie sabe nada y hay un gusto por el enterramiento de lo que pasa de cara al público.
Telefónica está en el punto más oscuro de la noche desde la llegada de José María Álvarez Pallete. La acción afea indiscutiblemente su gestión con un comportamiento que es diez puntos peor en rentabilidad que el de sus homólogas europeas. Cualquier gestor con el que te sientas te dice que la acción está barata -PER (veces que el beneficio está recogido en el precio de la acción) ya por debajo de 10 veces-, pero hace falta un golpe de timón o una aceleración de la estrategia. La venta de O2 es una de las claves, porque de golpe daría entrada a más de 10.000 millones de euros, y la deuda dejaría de ser el Sísifo de la compañía. También se podría colocar solo una parte de O2, pero el mapa del espectro en Reino Unido que ya parece se puede definir condiciona toda decisión. Un viento gélido corre por Distrito Telefónica en el oscuro más intenso de la noche, que siempre llega antes del amanecer. Y en ese amanecer, con la acción que ha llegado a 7,5 euros, tendría mucha lógica anunciar una recompra de acciones para autocartera. Al menos para achicar agua.
Donde también se aguardaba la madrugada es en Siemens Gamesa, después de todo el carrusel de decepciones del pasado año. La compañía sestea con su plan estratégico, muy prudente, en el que ha comunicado al mercado el plan de mínimos con el que ya se conformaba. En el rango bajo alcanzará un margen bruto del 8 por ciento, y en el mejor de los escenarios se irá al 10 por ciento. Levemente lo que ya se espera que defienda Vestas, que todavía está muy por debajo de lo que ganaba hace años por cada 100 euros de venta.