
La deuda del grupo ha pasado de representar 3,3 veces el beneficio bruto en 2009 a las 1,2 veces actuales, una condición sin la cual no hubiera podido aprobar la vuelta al dividendo de manera 'simbólica' después de tres años cancelado
El regreso al dividendo de la mayor acerera del mundo por beneficios es un síntoma más del cambio de ciclo económico, pero la transición debe ir despacio. Daniel Fairclough, director global de Relación con Inversores de la compañía, es partidario de una retribución estable y creciente a lo largo de los años, que se complementa con unas ganancias del 252 por ciento en bolsa desde los mínimos de las materias primas en febrero de 2016, con recomendación de compra.
ArcelorMittal ha vuelto al dividendo después de tres años cancelado, pero lo ha hecho de una forma casi 'testimonial' (con un único pago de 10 céntimos por acción). ¿Esperan aumentarlo ya el próximo año?
Ha sido una gran noticia el hecho de que hayamos vuelto al dividendo. Es un paso importante después de varios años con la retribución cancelada. Cuando ahora ArcelorMittal ha restaurado el dividendo, a un nivel muy bajo eso es cierto, es porque el foco sigue estando centrado en reducir el endeudamiento de nuestro negocio. La vuelta al dividendo es algo significativo para los inversores, vinculado a nuestra capacidad de generación de free cash flow (flujos de caja). Si somos capaces de hacer eso, asegurando el balance en el punto de ciclo en el que estamos, podremos empezar a retribuir más a los accionistas porque, en ese momento, seremos conscientes de que se trata de una vuelta al dividendo sostenible, aunque las condiciones de mercado no sean del todo favorables. Esta es nuestra visión, preferimos estar centrados en el medio plazo, más que a abonar una cantidad mayor basada sólo en expectativas.
Es cierto que uno de los condicionantes para volver a retribuir era reducir el endeudamiento por debajo de 1,2 veces ebitda y lo han logrado ya en 2017...
Sólo este hecho creo que ya es una señal de confianza. Hemos hecho progresos materiales muy importantes en términos de endeudamiento. La deuda neta al final de 2017 fue de 10.000 millones de dólares; en 2012 era de 22.000 millones de dólares y si nos fijáramos justo al año en el que comenzó la crisis financiera, en el tercer trimestre de 2008, la deuda neta superó los 30.000 millones de dólares (con un apalancamiento de más de 3 veces). El increíble progreso que hemos venido haciendo a base de reducir deuda y desapalancando el balance ha sido un viaje de más de 10 años.
¿Es posible recuperar márgenes previos a la crisis como estima el consenso para 2020, cerca del 13% con la mitad de beneficio?
Los márgenes que obtuvo la compañía en 2017 se situaron en el 12 por ciento, lo que refleja ya una mejora importante. Durante los años previos a la crisis financiera teníamos un entorno muy favorable y también unas condiciones de mercado en las que los precios finales (de las materias primas) eran mucho más elevados. Si esta situación se compara con el entorno actual y respecto a las expectativas que manejan ahora los expertos, los precios están mucho más bajos en relación a los años precrisis, y ni siquiera nuestro mercado está llamado a repetir los mismos niveles de rentabilidad previos al año 2008. En lo que respecta a la labor de las acereras, por el lado de nuestro negocio, se ha producido un aumento de la rentabilidad, que refleja la mejora del ciclo y de la demanda que hemos visto años atrás, incrementándose año tras año. No hay que olvidar que nuestro beneficio es cíclico, de ahí que sea tan relevante el crecimiento orgánico (de manera interna) que hemos sido capaces de lograr y que es el que se contempla en nuestro Plan Estratégico 2015-2020. Estamos confiados, sobre todo después de la presentación de los últimos resultados.
¿Podría adelantarse un año el cumplimiento de su Plan Estratégico?
Nos encontramos a mitad del camino para cumplir con el Plan en lo que respecta a una reducción de costes que es el resultado de combinar un aumento en el mix del valor añadido de los productos y de un crecimiento de las entregas. Cómo varíen los márgenes desde ahora hasta el año 2020 dependerá de lo que suceda en la economía global, para saber si favorece o no a nuestros objetivos.
Una de las mayores amenazas al sector acerero es la sobrecapacidad de China, pero ya en 2017 se ha visto cómo han reducido sus exportaciones. ¿Esperan que sigan cayendo los próximos años?
Fue una buena noticia el hecho de que las exportaciones chinas bajaran el año pasado del orden del 30 por ciento, hasta las 80 millones de toneladas de acero, aunque no hay que perder de vista que siguen siendo inmensas cantidades de acero, el equivalente a la demanda conjunta que hay en Alemania, Italia y España juntas. China todavía sigue teniendo demasiada capacidad para producir acero, todavía exporta cantidades ingentes, con lo que el Gobierno chino deberá continuar tratando de reducir capacidad en aras de lograr una industria más sostenible y con esto lograr que el acero chino reduzca su impacto en el resto de la industria mundial.
Siguiendo con esta línea, los elevados impuestos que tiene que soportar la industria europea se han vuelto una queja habitual entre las acereras por ser unas tasas que no deben pagar las firmas chinas, por ejemplo, lo que reduce sus costes, tirando los precios a la baja. Aditya Mittal (CFO de Arcelor) ha llegado a mencionar, incluso, la posibilidad de deslocalizar la producción fuera de Europa por este tema...
Es indudable que Europa está muy centrada en las políticas medioambientales sobre las emisiones de carbono, tratando de liderar el cambio y buscando la forma en que la industria europea reduzca sus emisiones. La manera de hacerlo es a través de impuestos sobre la generación de CO2 que estamos asumiendo las firmas europeas y los costes todavía se están negociando, algo que se seguirá haciendo hasta 2020. Pero, efectivamente, la industria acerera en Europa está y estará en una clara desventaja competitiva comparada con el resto del mundo y, especialmente, respecto a China, que ni siquiera forma parte de un convenio similar. Y esto tiene implicaciones claras. Si tenemos como resultado de esta situación una industria europea menos competitiva, lo lógico es que reduzcas inversiones en esta región, por lo tanto Europa, potencialmente, producirá menos acero lo que, evidentemente, hará que aumenten las importaciones de acero desde el resto del mundo, especialmente desde regiones que no cuenten con este tipo de reglas medioambientales. De seguir así, las instituciones no estarían afrontando el problema (combatiendo las emisiones de CO2), sino reemplazando la producción que antes se generaba aquí por la que se hará en otras partes del mundo. Puede que esto sea un progreso para Europa, pero no lo será en términos mundiales.
De ahí su exigencia de que aumenten las medidas 'antidumping' en Europa.
Es importante que si no somos capaces de establecer unas bases comunes a nivel mundial en materia medioambiental, se implementen impuestos de frontera para asegurarnos de que todo el acero que entra en Europa se está tratando de manera igualitaria.
EEUU es mucho más proteccionista en materia comercial. ¿Es el modelo que desean aquí, en Europa?
Europa tiene un sistema y EEUU otro y no se pueden comparar. Pero es evidente que EEUU está siendo mucho más eficiente a la hora de empatizar con las condiciones de la industria para combatir el comercio desigual. En Europa se han hecho progresos, pero no dejan de ser en diferente grado. Al final de todo, no podemos cambiar el proceso, solo podemos utilizar las herramientas que tenemos para responder a cualquier tipo de evidencia que exista sobre un tipo de comercio o una competición desigual para garantizarnos un terreno de juego igualitario.
Resultados
ArcelorMittal ganó 3.670 millones de euros en 2017, un 156% más que el año anterior, en lo que es el beneficio más elevado para la firma desde 2008 y no hay pasar por alto que estuvo en pérdidas desde 2012 hasta 2015, cuando llegó hasta los 7.166 millones en números rojos. El acelerón en la economía mundial llegó el año pasado, aunque el consenso descarta que 2018 sea tan positivo para la industria acerera. En este sentido, Daniel Fairclough no descarta "un aumento algo más modesto en rentabilidad" respecto a 2017, aunque la demanda de acero mundial podría superar al 3% del año pasado. "Las previsiones son muy positivas, con un crecimiento continuado de la demanda en nuestros principales mercados, EEUU y Europa creciendo entre un 1 y un 2%; algo que también se refleja en Brasil (supone un 11,4 % del ebitda). Excluyendo China, observamos un aumento que se ha acelerado para este año, pasando de un 2,8% hasta el 3 ó el 4%". El aumento de la demanda de acero viene apoyado por la recuperación económica, especialmente relevante para una firma procíclica como Arcelor. "Otro indicador importante es la evolución de los PMIs en los países en los que estamos, que se sitúan, de media, en los 56 puntos (por encima de 50 indican expansión), una lectura realmente fuerte que no se veía desde antes de la crisis financiera".
Un pago de 10 céntimos
La vuelta al dividendo de ArcelorMittal no fue del todo bien acogida por los inversores. El 31 de enero, día en el que lo anunció, sus títulos cayeron un 1,17% en el mercado, aunque las pérdidas iniciales terminaron fundiéndose con la corrección mundial de las bolsas que empezó tres días más tarde. ¿Decepcionó la cuantía del dividendo -de 10 céntimos por título- a los accionistas? Fairclough lo niega y califica de "alentadora" la reacción de los inversores. "Les ha gustado el hecho de que se siga reduciendo el endeudamiento, también el que hayamos conseguido nuestro objetivo de deuda/ebitda (de 1,2 veces). Son más los inversores pacientes o largoplacistas, en lugar de quienes realizan apuestas por el corto plazo, quienes nos han dado un feedback muy positivo". En su opinión, la corrección se debe más al carácter "cíclico" de la compañía en el contexto de mercado actual, "y, especialmente, para quienes lo han venido haciendo especialmente bien". La acción sube un 252% desde los mínimos de 2016 (en febrero de aquel año las materias primas hacían mínimos, con el precio del petróleo en los 28 dólares por barril) frente al 121% que suma el sector en Europa. La revalorización aún es mayor si se toma como referencia la ampliación de capital por 3.300 millones que realizó ese año a 2,2 euros. Desde entonces (incluido el contrasplit) ha cuadriplicado su precio.
Plan de infraestructuras
La exposición de ArcelorMittal a EEUU es la segunda de mayor peso para la compañía, sólo por detrás de Europa. La región NAFTA (Tratado de Libre Comercio de América del Norte) representó un 19,6% del ebitda de la compañía en 2017, de ahí que el anunciado plan de infraestructuras de la Administración de Donald Trump pueda tener un importante impacto en sus estimaciones a medio plazo. "Es verdad que existe la necesidad de una mayor inversión en infraestructuras en Estados Unidos, cualquiera que viaje allí lo puede ver por sí mismo. Calculamos, de hecho, que cualquier tipo de proyecto de inversión en términos de infraestructuras va a ser muy intensivo en el uso de acero y ayudará a aumentar en el medio plazo la demanda de acero. Claramente nos beneficiaremos de ello, pero no estoy tan seguro de cuántos analistas han recogido esta expectativa en las previsiones de la compañía porque ha habido muchas opiniones sobre el programa de infraestructuras durante la campaña electoral en EEUU, pero esto no se ha traducido en ningún progreso real que haya llevado a cabo la Administración y todavía falta tiempo para que sean aprobados", reconoce Fairclough que considera más probable un impacto en cuenta "a medio plazo" después de que se produzca un aumento de la demanda de acero que esperan, más bien, "para los próximos ejercicios 2019 y 2020".