
El selectivo acelera las caídas y pierde los 8.500 puntos holgadamente después de la apertura fuertemente bajista de Wall Street. La corrección se impone tras las ganancias de la semana pasada, cuando el Ibex 35 rebotó un 11,7% reduciendo las caídas del mes de noviembre hasta el 2,25%. Entrevista a Robert Mundel, Nobel de Economía en 1.999: "El mundo irá al desastre si la Fed no corrige sus errores".
"Asistimos a una jornada donde se imponen claramente las caídas en los principales índices europeos. Es especialmente destacable el hecho de que las cesiones han conseguido profundizar a estas horas por debajo de los mínimos del pasado viernes, que es donde estaba localizado el primer soporte relevante", señalaba Joan Cabrero, analista de Bolságora.
"La pérdida de este soporte, de confirmarse al cierre, nos advertiría de que probablemente fuera necesaria una fase de consolidación mayor; algo que no deja de ser normal si tenemos presente que la semana pasada los índices europeos se revalorizaron de media más de un 12%. Esta consolidación podría llevar a los índices a buscar soportes que aparecen en los mínimos del pasado miércoles. En el caso del Ibex 35 los mínimos del viernes fueron los 8730 puntos mientras que los del miércoles los 8.450 puntos", añadía el experto.
La noticia más destacada del día es el cierre de la venta de Itínere a Citi por parte de Sacyr Vallehermoso (SYV.MC), que logra así reducir en parte su elevado endeudamiento. De hecho, el sector constructor está aguantando bastante bien los retrocesos generalizados, que de nuevo están siendo liderados por Santander (SAN.MC).
"Las bolsas afrontan una semana intensa en la que, dependiendo de los datos que se vayan conociendo, podrían consolidar la recuperación iniciada la semana pasada o volver a las andadas, y retomar la tendencia bajista de fondo, para acercarse nuevamente a sus mínimos anuales. Aunque técnicamente los principales índices han mejorado mucho, las subidas de la semana pasada se han producido con un escaso volumen de contratación, lo que siempre deja dudas sobre su consistencia", comentaban los analistas de Link Securities en su informe diario.
"En nuestra opinión los mercados de valores siguen débiles, por lo que una mala noticia puede hacerles mucho daño. Es por ello que, sin dejar pasar la oportunidad de aprovechar la reacción de los mercados, seríamos muy prudentes, limitando el alcance de todas nuestras operaciones", añadían.
La semana pasada se vio en Nueva York las cinco sesiones más alcistas de la historia. Después de este rally, llega la hora de la verdad. El momento en que el rebote debe demostrar que esta vez es fiable y no una mera reacción a la extrema sobreventa, y que, en consecuencia, el mercado ha hecho un suelo; o bien el momento en que éste se quedará sin fuerzas, como todos los anteriores, y dará paso a una nueva recaída hacia los mínimos anuales marcados la semana anterior en los principales índices (no así en el Ibex, que respetó el suelo de octubre).
Hay argumentos técnicos y fundamentales para justificar los dos escenarios, pero, más allá del ruido que hacen uno y otro bando, debemos quedarnos con dos elementos básicos. El primero es que la tendencia principal sigue siendo bajista y que, para que deje de serlo, los índices tienen que subir todavía bastante más. El segundo es que el escenario económico sigue siendo muy malo y parece demasiado pronto para que el mercado empiece a descontar la recuperación. Otra cosa es que haya descontado ya todas las noticias negativas, en cuyo caso podemos tener un suelo y meternos en un movimiento lateral con tramos alcistas importantes.
A favor de la continuidad alcista a corto plazo tenemos las ventas en el 'viernes negro' -que marca el inicio de la temporada comercial navideña-, que subieron un 3% pese a la crisis.