Bolsa, mercados y cotizaciones

El bono portugués rinde menos que el italiano por primera vez desde 2010

  • El papel luso ofrece ganancias superiores al 16% desde el inicio de año

Corrían las primeros compases de 2010 cuando el bono soberano portugués con vencimiento a 10 años rendía por última vez menos que uno italiano en el mercado secundario de renta fija. Concretamente, era un 13 de enero de dicho año y la gran crisis de deuda soberana en Europa estaba en ciernes. Desde entonces, han pasado casi 8 años. Durante todo ese tiempo, el papel transalpino ha estado ofreciendo rentabilidades menores que el luso en el mercado secundario. Hasta este martes, cuando la deuda soberana portuguesa consiguió dar la vuelta a la tortilla.

El pasado viernes al cierre de la jornada bursátil, Fitch mejoraba el rating de la deuda soberana portuguesa en dos escalones (desde BB+ hasta BBB), lo que la situaba por encima del conocido como bono basura. La calificación que le otorgaba la agencia estadounidense la colocaba en el mismo nivel que la deuda italiana.

Y el mercado así lo entendía. Las compras se canalizaban a primera hora del lunes en la deuda portuguesa, provocando un descenso en su rentabilidad -cae cuando el precio sube-. Un movimiento que se repitió durante la sesión del martes y que ha dejado el rendimiento del papel portugués a una década en el 1,82% por el 1,91% que ofrece ahora el italiano.

"El final de año está siendo positivo para los países periféricos de Europa, que se han visto influenciados por algunas mejoras inesperadas de rating de su deuda soberana por parte de las principales agencias de calificación", aseguran desde el departamento de análisis de AXA IM.

La guinda al pastel

Sea como sea, 2017 será recordado como uno de los mejores años para la renta fija portuguesa. Las compras acumuladas en el mercado secundario tras la mejora de rating del viernes no hacen sino poner la guinda a un año en el que el precio del papel luso a 10 años se ha revalorizado más de un 16%, provocando que su rentabilidad se haya visto reducida a más de la mitad.

No en vano, en el mes de enero, su rendimiento rondaba el 3,7%, y durante los primeros meses llegó a ascender hasta el 4,297%. Ahora, las cosas han cambiado y la portuguesa es una de las deudas de la zona euro a la que menos rendimiento exige el mercado tras la alemana, la francesa y la española.

Y las previsiones de cara a futuro son halagüeñas y no indican que esta tendencia pueda cambiar. "Portugal mantiene el mayor potencial de crecimiento en este sentido porque podría ser una de las receptoras de una mejora a grado de inversión por parte de Moody's", afirman desde Axa.

Algo muy diferente de lo que ocurre en la renta fija española. "Apenas vemos oportunidades de cara a 2018, más allá de algún bono corporativo", señaló ayer Juan Carlos Ureta, presidente de Renta 4. "Los precios que se pagan no compensan el riesgo. El bono español a 10 años, que ofrece un 1,4% de rentabilidad ahora mismo, no compensa el riesgo o la incertidumbre de no saber lo que ocurrirá en la próxima década", añadió.

Todo ello, mientras el Bund alemán mantiene su rendimiento en el entorno del 0,4%, gracias a que su precio apenas se ha visto elevado en los últimos meses. Pese a que su rentabilidad llegó a repuntar por encima del 0,6% en el año, desde finales de agosto su precio se ha mantenido estable. Por ello, la prima de riesgo portuguesa cerró en los 145 puntos básicos, el nivel más bajo desde 2015.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky