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El fin del ciclo económico y una posible recesión en EEUU frustrarán la presidencia de Trump

En sus declaraciones el martes ante el Comité Bancario del Senado, Jerome Powell, quien debería tomar las riendas de la Reserva Federal a comienzos del próximo año, estimaba que la economía estadounidense crecerá este año alrededor de un 2,5% manteniendo un ritmo similar para 2018. Según el actual integrante del Consejo de Gobierno del banco central estadounidense, la Fed "no cuenta con estimaciones sobre el impacto que los cambios fiscales" que se cuecen en el Capitolio y que respalda la administración Trump tendrán en la mayor economía del mundo.

Los republicanos en ambas Cámaras continúan respaldando una rebaja fiscal de aproximadamente 1,4 billones de dólares que, de llegar a buen puerto, supondría un impulso para el crecimiento a este lado del Atlántico. Desde la Casa Blanca se apoya la idea de que la rebaja del impuesto de sociedades y los recortes de impuestos tendrán un efecto catalizador que impulsará al PIB a expandirse por encima del 3%.

Desde el Centro para un Presupuesto Federal Responsable, un think thank con sede en Washington, la reforma fiscal puede sumar hasta 0,4 puntos porcentuales o más anualmente la economía estadounidense. Algo que a ojos de muchos legisladores permitiría costear la factura de esta propuesta. Sin embargo, un crecimiento adicional de cuatro décimas seguramente cubriría menos de dos tercios del coste de los planes orquestados por el Congreso y el Senado, según calculan otros economistas.

Independientemente de cómo financiar este plan, que todavía debe surcar las crispadas aguas legislativas en el Senado, Ellen Zentner, economista jefe de Morgan Stanley, y su equipo estiman que la economía de EEUU no crecerá más de un 2,1% en 2018 para debilitar su avance un año después, cuando la expansión será sólo del 1,7%.

"Un impulso fiscal moderado y un repunte cíclico en la productividad respaldará la coyuntura macroeconómica hasta la primera mitad de 2019. Más allá, la probabilidad de que el ciclo económico llegue a su fina aumenta a medida que el crecimiento se ralentiza, especialmente de cara a 2020", señalan.

Morgan Stanley considera que las probabilidades de una recesión en los próximos 12 meses se mantienen en 25% pero para 2020 es casi una realidad la posibilidad de que la economía se contraiga durante dos trimestres consecutivos, lo que técnicamente se considera una recesión. El equipo de renta variable del banco, liderado por Mike Wilson, señala en sus previsiones que el S&P 500 tocará techo en la primera mitad del próximo año, en los 2.750 puntos.

A partir de entonces, la volatilidad regresará al mercado americano, que experimentará uno o más movimientos bruscos a la baja del 10%. De hecho Wilson advierte que en 2019 "no creemos que el crecimiento del beneficio por acción del S&P 500 vaya a ser emocionante, de hecho puede ser negativo, si se desarrolla nuestro escenario bajista".

Para PIMCO, una de las gestoras de bonos más importantes del mundo, la probabilidad de una recesión en el próximo año no supera el 10% pero advierten que, si la historia sirve de referente, las probabilidades de una contracción crecen hasta el 70% durante los próximos cinco años". "Hay que disfrutar de esta expansión mientras dure. Sin embargo, no debemos confiar que EEUU se convertirá en la próxima Australia, donde la última recesión se produjo hace un cuarto de siglo", avisa Joachim Fels, consejero económico global de esta gestora.

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