
La nueva regulación europea está obligando a reformar no solo la industria del asesoramiento o el mercado de renta variable. También la renta fija deberá ofrecer más transparencia a partir de enero con la transposición de Mifid II a España. Para adaptarse a todo ello, Bolsas y Mercados Españoles (BME) ha tenido que transformar, y crear prácticamente casi desde cero, una plataforma electrónica que nació en 2010 (Send) para que el particular pudiese operar de una forma similar a la que lo hace en bolsa.
Una de las grandes novedades es que "se van a incorporar al mercado de renta fija de BME los valores de los principales mercados de deuda pública europeos. Primero se darán de alta bonos soberanos de Alemania, Holanda, Austria, Italia y Francia", señaló ayer Julio Alcántara, director de Renta Fija de BME. Y la idea es añadir más tarde los de Portugal y Bélgica, a la vez que se está estudiando integrar deuda corporativa de empresas europeas.
Todas estas referencias se sumarían a las que ya se negocian en AIAF. Alcántara explicó que en la reforma se ha modificado la plataforma Send -antes solo para particulares- para "dar cabida a todas las emisiones que estaban listadas en AIAF", muchas colocadas entre inversores institucionales. "Lo que se ha hecho es aumentar muchísimo la capacidad de contratación, porque prácticamente para particulares había unas 100 emisiones y ahora estarían cotizando 2.680", cuantificó. Ya solo habrá un único sistema.
Contará con 67 miembros registrados, que son los únicos que pueden introducir órdenes en Send. Sin embargo, muy pocos lo ofrecen hoy a sus clientes y la duda es si con este cambio pudiera haber más brókeres online que lo incorporen.
La vía para cumplir la norma
Desde BME recuerdan que el inversor puede efectuar operaciones a partir de 1.000 euros en bonos públicos -las emisiones de deuda privada diseñadas para institucionales con importes mínimos grandes se mantendrán y seguirá sin haber muchas para minoristas- y que los costes son bajos. Alcántara apuntó a que rondarán "los 2-3 euros en las operaciones bilaterales y algo más en las multilaterales [las tradicionales de Send]".
Tanto unas como otras tendrán espacio en esta plataforma. Y es aquí donde viene una oportunidad para BME. Casi el 80 por ciento de las operaciones de deuda pública se realizaban de manera bilateral y a partir de enero se considerarán OTC (mercados opacos) si no pasan por esta plataforma. Lo que actualmente se realiza a través de medios electrónicos es muy reducido, y la idea es que el nuevo Send actúe como un lugar en el que se formalicen las operaciones bilaterales para cumplir con todo lo que exigirá Mifid II. Es decir, que BME se ocuparía de dar transparencia en determinadas operaciones, tal y como obligará la normativa. "El objetivo es que todo lo que ahora pasa por OTC lo haga por la plataforma", indicó Jorge Yzaguirre, director de Mercados de BME. Un punto a favor de que esto ocurra es que sería muy costoso para otros intermediarios.
Pero, ¿qué se tiene que cumplir para que resulte tan caro? El objetivo de la directiva europea es dar transparencia en las operaciones de renta fija, en la pre y post contratación. Previamente, habrá que publicar en tiempo real las órdenes cuando no se considere una operación de gran volumen (aquí se incluyen las menores de 700.000 euros en bonos del Tesoro e inferiores a 300.000 en corporativos). Lo normal sería que todo lo que baje de estas cantidades pase por la plataforma para cumplir con Mifid II.
Para los bonos ilíquidos, BME ofrece la opción de operar según una solicitud de cotización. Una vez cerrada la operación, se confirma al cliente y se ocuparía de las exigencias de la post contratación.