
Diciembre de 2006. El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero daba el visto bueno a la nueva regulación que permitiría lanzar en España hedge funds. Era la época del boom de este tipo de gestión alternativa en el mundo y los inversores españoles empezaban a conocer a gestores como Ray Dalio, Jim Simmons, John Paulson y también Bernard Madoff. En España, el debut en este tipo de estrategias alternativas lo protagonizó la gestora Cygnus que registró bajo el formato FIL (fondo de inversión libre) su producto bandera Cygnus Utilities Infrestructure & Renewables.
Han pasado 11 años desde entonces y ahora la gestora ha decidido empezar a traspasar el patrimonio de su hedge fund español a su fondo irlandés, que se incluye dentro del formato UCITS. "Esto nos permite tener fondos de un mayor tamaño, al concentrar a todos los inversores en un solo vehículo. El FIL tiene el inconveniente de no ser un formato conocido y aceptado por los inversores internacionales", apunta Blanca Gil, relaciones con inversores de Cygnus. De hecho, este trasvase explica en gran parte que su patrimonio (el que acumula en las dos clases del fondo español) haya menguado desde los 80 millones de euros con los que comenzó el año a los 33 millones que tiene en la actualidad, según Inverco.
Este trasvase implicará algunos cambios para la estrategia del fondo, aunque según afirman desde la gestora serán los mínimos ya que, aunque la regulación UCITS no permite tanta flexibilidad en cuanto a la composición de la cartera, sí mejora tanto la liquidez (como máximo debe dar liquidez cada 15 días) del producto como su inversión mínima, haciéndolo mucho más accesible para el pequeño inversor. De hecho, frente a los 100.000 euros que como mínimo exigen los FIL, el fondo de Cygnus en formato UCITS permite inversiones mínimas desde 5.000 euros.
'Hedge funds' para todos
Esta democratización de la gestión alternativa se ha convertido en toda una tendencia en la industria, que lucha por alejarse del mal nombre que escándalos como el de Madoff y, sobre todo, la crisis de las subprime dejó a todo lo que llevase el sobrenombre de hedge fund. Este mal nombre de la industria llegó, además, apenas dos años después de que se lanzara el primer hedge fund en España, lo que supuso un frenazo en seco a este tipo de inversiones.
"Nunca se ha potenciado este formato como ruta de crecimiento de la inversión colectiva en España. Se le ha puesto la cruz a todo lo que tenga el apellido FIL, sobre todo después de la crisis financiera", afirma Ricardo Seixes, de Fidentiis, gestora del fondo Fidentiis Tordesillas que, tras la marcha de Cygnus, se quedará como el FIL más antiguo. Según afirma Seixes no tienen "pensado cerrarlo porque al final es una estrategia long/short Iberia". Eso sí, reconoce que han transferido parte del dinero a una réplica luxemburguesa del fondo porque "teníamos clientes que habían pedido tener un formato luxemburgués y lo creamos", y que en plan estratégico no se contempla la opción de seguir lanzando hedge funds en España.
En esta idea coincide con Bestinver, la tercera de las gestoras que tiene en su escaparate un hedge fund de más diez años. Según explica Gustavo Trillo, su director comercial, "cuando se creó Bestinver Hedge Fund Value se hizo porque a los FIL se les permitían menos restricciones en la gestión. El nuestro, cuya cartera es similar a Bestinver Internacional, nos aporta solo más flexibilidad por no tener límites de concentración, pero no tenemos pensado ampliar la gama de hedge funds ".