Bolsa, mercados y cotizaciones

Cómo invertir en bolsa sin levantarse del sofá: las mejores películas y series sobre los mercados

Michael Douglas en su mítico papel de Gordon Gekko en la película 'Wall Street'

'Wall Street' sentó precedente, 'Inside Job' cubrió una necesidad global tras la crisis, 'El Lobo de Wall Street' rebasó los límites y 'Billions' arrasó en televisión. Desde el sofá, también se viven los mercados.

En 1940, el director John Ford comprendió que el cine también tenía que tomar partido en el relato de la gran crisis que inició el crack bursátil de 1929 y que desembocó en la Segunda Guerra Mundial. Decidió adaptar a la gran pantalla la obra maestra de John Steinbeck, 'Las uvas de la ira'.

Aquella película, que hoy es un clásico imprescindible, fue la primera de otras muchas que han intentado, con mayor o menor éxito, explicar las consecuencias en la vida real de lo que ocurre en el mundo financiero. Hasta que a finales de la década de los 80, otro peso pesado del séptimo arte, Oliver Stone, se introdujo definitivamente en los intestinos de los mercados en un filme que no podría haber recibido un título que no fuera 'Wall Street' (1987), inaugurando lo que ya es prácticamente un género independiente: el cine sobre bolsa.

Aburridos, complejos, turbios. Quizá, estos son los adjetivos que mejor soportan la imagen colectiva que aún existe sobre los mercados. Una construcción social que el cine ha mitigado o magnificado, según la óptica de quién se ha puesto detrás de la cámara. Porque más allá del rechazo que puedan generar en el gran público los tecnicismos financieros, la voracidad de los brókers o la opacidad de los grandes bancos, el éxito de títulos como la mencionada 'Wall Street', 'La gran apuesta' (2015), 'Margin Call' (2011) o 'El lobo de Wall Street' (2013) demuestra que el universo de la inversión también provoca fascinación, sobre todo desde la crisis de 2008.

Tanta, como para que, tras la caída de Lehman Brothers, la demanda de un relato audiovisual traspasara el pacto ficcional del cine y convirtiera a un documental -sin más aliciente para el gran público que la narración de Matt Damon- en la explicación que exigía la indignación global. Ocurrió lo que no se podía esperar: 'Inside Job' (2010) salió de las aulas de las universidades y escapó de los círculos económicos a los que parecía condenado y adquirió una dimensión universal.

El último hito ha sido la irrupción de la bolsa en la pequeña pantalla a través de una serie que ha roto todos los esquemas: 'Billions' (2016). Desde que se estrenó, gestores, analistas, inversores y periodistas de las páginas salmón se sorprenden discutiendo sobre operaciones en corto, fondos de inversión de renta fija o, incluso, de figuras técnicas como el rebote del gato muerto sin hacer referencia a su vida profesional, sino a una ficción en la que los terminales de Bloomberg son un personaje más.

"Probablemente el mundo de los mercados es atrayente a lo lejos, pero su lenguaje es aburrido para el espectador medio, y menos comprensible que el de otras profesiones a las que estamos más acostumbrados a ver en películas y series. Pero llegó 'Billions'. Y 'Billions' es otra cosa. Una serie cuidada, trabajada, interesante. Una serie que habla de poder y de una batalla de gigantes, una guerra entre polis, un duelo que por sus intrigas podría haber transcurrido en la Edad Media. Pero el campo de batalla elegido son los mercados financieros", explica con pasión Tomás García-Purriños, experto en divisas y materias primas de Morabanc, quien reconoce que "esta serie ha sido un impacto para los profesionales de los mercados financieros" y que ha llegado a influir tanto, que algún gurú español ya anda asegurando que hizo dinero con el 11-S, como Bobby Axelrod", el despiadado gestor del hedge fund o fondo de cobertura sobre el que gira la trama de esta ficción televisiva.

"En fin, una serie muy recomendable, que no te debes perder te gusten o no los mercados financieros", concluye Tomás García-Purriños. Pero antes de llegar a 'Billions', hay que hacer un repaso de los grandes títulos que marcaron el camino de este género que exige constituirse definitivamente en el cine, y también en televisión:

Wall Street (1987)

Gordon Gekko, personaje al que da vida Michael Douglas en Wall Street, es en esta película pionera un gurú de los mercados financieros que llegó a alcanzar tanta -mala- fama más allá de las salas de cine, que durante años fue mentado por gestores y brókers en todo el mundo. Nadie pone en duda que este filme marcó un antes y un después. Y, seguramente, allanó el camino al torrente de títulos que vinieron después de la caída de Lehman Brothers. Pocas películas posteriores han estado a la altura de esta primera incursión en los fogones de los mercados financieros, en la que Oliver Stone destapó con crudeza la ambición y la avaricia existente en el epicentro financiero mundial. Condiciones humanas a las que en los últimos años ha regresado Hollywood recurrentemente para satisfacer la curiosidad de un público perplejo y predispuesto tras el terremoto de 2008.

El informador (2000)

Mucho antes de que 'El lobo de Wall Street' arrasará en taquilla, El informador ya introdujo a los espectadores en el submundo fuera de la moral de los chiringuitos financieros. Los mercados vuelve a salir mal parados en este filme que se ciñe a una realidad que, aunque no deja de ser veraz, no representa al conjunto del negocio de la inversión. Giovanni Ribisi, Ben Affleck y Vin Diesel aderezan esta película que, cronológicamente, sirve de puente entre Wall Street y lo que vendría después de 2008.

Enron, los tipos que estafaron a América (2005)

El primer documental sobre mercados financieros que traspasó la barrera de los círculos académicos llegó en 2005. Enron, los tipos que estafaron a América narra cómo un gigante llamado a liderar el sector energético en Estados Unidos se hundió en bolsa en tan solo 24 días por la codicia de su equipo directivo, que se dedicó durante años a maquillar los resultados de la compañía, ocultando el verdadero estado de salud de sus cuentas. "La gran novedad de la nueva economía era la avaricia", concluye este título.

Inside Job (2010)

Es el documental de referencia entre todos los intentos de explicar la última gran crisis. Ganó el Oscar en su categoría y recibió muchos otros reconocimientos. Pero, lo que es más importante, se garantizó un lugar privilegiado en la posteridad al ser uno de los productos divulgativos sobre la crisis de 2008 más coral, pese a las notables y predecibles ausencias, que los creadores se encargan de detallar a largo del metraje. Es denso, lo que no impide que, según su grado de especialización, cada espectador pueda sacar múltiples conclusiones. La principal, que "la debacle se pudo evitar". Pese a ser un documental, no evita hablar de cocaína y prostitutas. Y, también, de sueños que se convierten en pesadillas.

Margin Call (2011)

Es una de las tantas películas sobre la crisis de 2008 filmadas en los últimos años, aunque con la ventaja que supone contar con un reparto en el que coinciden Kevin Spacey, Paul Bettany, Jeremy Irons y Demi Moore. Cuenta cómo vivieron ocho empleados de un banco de inversión las 24 horas previas al estallido definitivo de la crisis, con los dramas morales y personales que son inevitables en un momento así.

El Lobo de Wall Street (2013)

Éxito rotundo en taquilla porque no escatima y porque está basada en hechos reales. La dirige Martin Scorsese y la protagonizan Leonardo Di Caprio y Matthew McConaughey. Lo que mejora la ecuación. Más sobre chiringuitos financieros, pero con el rey de los chiringuitos, Jordan Belfort, un joven honrado que perseguía el sueño americano pero que acabó convirtiéndose en un inversor sin escrúpulos que vive por y para especular. En realidad, se aprende poco de esta película, pero es de las más entretenidas, que es donde realmente reside su éxito. Como novedad, en el filme se explica cómo funcionan los mercados OTC, es decir, los mercados ajenos a la regulación ordinaria.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky