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Wall Street piensa que Tesla perderá casi la mitad de su valor tras no cumplir con su Modelo 3

Tesla, el imperio dirigido por Elon Musk, continúa planteando dudas entre los analistas de los principales bancos de Wall Street. Tras quedarse corto con sus entregas de su Modelo 3, sólo 220, tanto Goldman Sachs como Bank of America Merrill Lynch han emitido su veredicto. En el caso del primero, su analista, David Tamberrino, reafirmó su recomendación de vender las acciones del fabricante de coches eléctricos pero elevó su precio objetivo hasta los 210 dólares en los próximos seis meses.

Un incremento que sigue descontando una caída de alrededor del 40% cuando se compara con el precio de cierre de Tesla del pasado lunes. Durante la jornada del martes, los títulos de la compañía operaban con ligeras alzas en los 342 dólares. El fabricante de coches eléctricos entregó en el tercer trimestre un total de 26.150 unidades de vehículos, de los cuales sólo 220 correspondieron a su Modelo 3, el más barato y destinado a un mercado más amplio.

Según FactSet, las estimaciones hablaban de una entrega total de 25.860 vehículos de los cuales 1.260 serían Modelos 3. "Mantenemos nuestras estimaciones, mucho más cautas, sobre el Modelo 3, que se mantienen muy por debajo de los objetivos de la compañía", señaló Tamberrino. Recordemos que Musk dijo en julio que entregaría 1.500 unidades de este modelo a finales de septiembre.

Quien sigue sin confiar en Tesla es John Murphy, el analista de BofAML que reitera su recomendación de "infraponderar" y mantiene un precio objetivo para el fabricante de 155 dólares, lo que supone una rebaja de más del 50% desde los niveles actuales para las acciones de Tesla. Murphy ya avisó en abril que "existe un riesgo material a la viabilidad a largo plazo de Tesla".

Sin embargo, Tesla cerró en agosto una emisión de bonos por 1.520 millones de euros para financiar la producción del Model 3 y del que acumula medio millón de reservas. Previamente, Musk ya avisó a sus empleados que se enfrontarían a "un infierno" productivo tratando de ponerse a la altura de la demanda, con una producción que debería crecer de forma exponencial.

Tesla, hasta ahora el fabricante de coches eléctricos de lujo por excelencia, no sólo se enfrenta a unas necesidades de producción importantes sino también al acecho de la competencia, en un momento en que las automotrices convencionales siguen reforzando sus planes dentro del mercado. Esta semana, General Motors anunciaba que tiene previsto lanzar 20 nuevos modelos exclusivamente eléctricos antes de 2023. Ford prepara 13 vehículos eléctricos durante los próximos años y ha invertido 4.500 millones de dólares en su plan a cinco años.

Por su parte, en Europa, Volkswagen y Daimler, también han mostrado su compromiso con este mercado al tiempo que Volvo quiere convertir su portafolio en coches bien híbridos o completamente eléctricos.

Dadas las circunstancias, Tesla deja de ser uno de los favoritos para muchos fondos de inversión, especialmente los ligados a sostener el medio ambiente. Según Bloomberg, Nordea ha retirado a Tesla de su Global Climate and Environmental Fund por considerarlo sobrevalorado. Su gestor, Thomas Sorensen, explicó que "ya no es un nicho". "Es muy amplio. Muchas de estas soluciones han alcanzado ya un famoso punto de inflexión donde la adopción comienza a acelerarse", señaló.

A fecha del pasado 28 de septiembre sólo en 29% de los analistas contaban con una recomendación de compra sobre Tesla, según los datos recopilados por FactSet. El 33% recomendaba mantener la acción mientras que el 38% optaba por venderla. Los precios objetivos para la compañía oscilaban entre los 170 dólares asignados por Jeffrey Osborne, de Cowen, y los 464 dólares del analista de Berenberg, Alexander Haissl.

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