Desde el 19 de mayo, Shire cede un 22,4% en bolsa, 2,8 puntos porcentuales más de lo que pierden sus títulos en lo que llevamos de año. La empresa, que tributa en Irlanda, cotiza en Reino Unido y está especializada en el negocio de los fármacos hematológicos y en los tratamientos para las enfermedades raras, pareció remontar el vuelo a mediados de junio, cuando recuperó alrededor de un 9% de su valor en el parqué londinense, pero volvió a recaer una semana después. ¿Qué está ocurriendo para que la farmacéutica irlandesa, una de las joyas del sector para los analistas, esté de capa caída?
La farmacéutica entró en elMonitor, la herramienta de inversión de elEconomista que selecciona los valores internacionales más atractivos según sus fundamentales, en enero de 2016 y, en los diez meses siguientes, hizo ganar a los inversores que siguieran esta estrategia hasta un 35,7%. Sin embargo, desde entonces, el precio de las acciones de Shire ha caído por debajo del punto de partida, las 39 libras.
Las fortalezas fundamentales que la llevaron a entrar en la herramienta no se han visto deterioradas. Sigue recibiendo una clara recomendación de compra y para los dos próximos trimestres, la previsión de beneficios es bastante positiva, y se espera que pase de pérdidas a ganancias en el tercer trimestre, hasta los 873 millones de libras, con respecto al mismo periodo del año anterior. En el cuarto trimestre, la subida prevista es del 141% interanual. Asimismo, de cada cien libras que ingrese en 2017, 30 serán convertidas en ganancias, según los expertos, uno de los márgenes netos más importantes del sector.
Pero los riesgos que afronta han pesado más sobre su cotización en los últimos meses. El año pasado, Shire adquirió a la también farmacéutica Baxalta, por 32.000 millones de dólares, lo que le abrió las puertas del mercado estadounidense, que hoy representa en torno al 67% de su cifra de negocio total.
La misma compañía alertaba en la presentación de sus resultados del primer semestre que "el grupo ha incurrido en un endeudamiento extraordinario por la adquisición, lo cual ha disminuido la flexibilidad del negocio y ha incrementado sus gastos en el pago de intereses". Eso sí, si el año pasado, a raíz de la compra de Baxalta, Shire acumuló un deuda neta que fue 4,6 veces su beneficio bruto de explotación (ebitda), cuando la ratio media del sector farmacéutico fue de 0,9 veces, las estimaciones para 2017 y 2018 son algo más favorables. El apalancamiento será de 3 y 2,1 veces su beneficio bruto, respectivamente, frente a las 0,8 veces del conjunto del sector, según las previsiones de los analistas.
Las causas de la caída
Pero al elevado endeudamiento se han sumado otros vientos en contra. El dólar, ahora clave para Shire, ha perdido en torno a un 10,5% frente al euro en lo que llevamos de año, y alrededor del 5% en su cruce con la libra esterlina. Teniendo en cuenta que la mayoría del negocio de Shire se desarrolla en Estados Unidos -donde aparte de la hematología, también tienen peso los fármacos para el tratamiento de enfermedades raras y terapias inmunológicas-, la depreciación del billete verde está jugando contra sus intereses. Al convertir a su moneda base los ingresos obtenidos en Estados Unidos a un tipo de cambio menos favorable, obtiene unas ganancias inferiores.
A este escenario se añade la aparición de productos genéricos que imitan las patentes de Shire como otro de los riesgos señalados por la compañía irlandesa. Pero, sin duda, es el litigio iniciado contra la también farmacéutica Roche uno de los posibles motivos por los que Shire acumula una caída de doble dígito en bolsa en las últimas semanas. El laboratorio suizo quiere dar un buen mordisco al negocio de tratamientos para la hemofilia, un mercado de 11.000 millones de dólares que domina la irlandesa, y para ello ha desarrollado un competidor al que ha llamado Emicizumab.
Roche se atrevió a recomendar a los médicos que no utilizaran Feiba, el medicamento elaborado por Shire para coagular la sangre, y la irlandesa llevó a la suiza a los tribunales por unas valoraciones "infundadas y engañosas". Sin embargo, en una entrevista reciente con Reuters, Flemming Ornskov, consejero delegado de Shire, le quitaba hierro al asunto. La idea de que un nuevo fármaco, que todavía debe responder a cuestiones de seguridad y tolerancia, pueda dañar las ventas de Shire son para Ornskov "nada realistas".
Esta postura debería devolver el pulso a Shire en bolsa, donde los analistas que sigue su cotización consideran que tiene por delante un potencial alcista del 44%, hasta las 56 libras en las que, de media, fijan su precio objetivo.