MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
La ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación, Elena Espinosa, consideró hoy necesario establecer un mecanismo de cooperación entre España y Noruega para evitar la sobreexplotación de recursos y la pesca ilegal, concretamente de bacalao, en el Mar de Barents.
En este sentido, la titular del MAPA explicó que la Comisión Europea y los Estados miembros ya están trabajando para proponer a Noruega una solución de cooperación en esas aguas.
Espinosa respondió así a una pregunta formulada de la senadora del Grupo Parlamentario Socialista Patricia Hernández sobre las medidas que está tomando el Gobierno en relación con las prácticas de pesca ilegal y, en concreto, con las capturas ilegales de bacalao en el Mar de Barents.
Durante su intervención, Espinosa subrayó que España dispone de todos los mecanismos para aplicar las medidas que se adopten en las Organizaciones Regionales de Pesca o por denuncia de los Estados costeros sobre pesca ilegal en sus aguas jurisdiccionales.
No obstante, la ministra consideró necesaria la colaboración de Noruega para que en el Mar de Barents se definan "con claridad" los mecanismos de colaboración entre los dos países.
Asimismo, Espinosa reiteró su disposición para trabajar con la Unión Europea para que dicho mecanismo de cooperación sea "lo más satisfactorio posible", con objeto de alcanzar el objetivo común de ambos países para una pesca "responsable y sostenible" en ese caladero.
La ministra se refirió además a las actuaciones comunitarias para hacer frente a la pesca ilegal, con la elaboración de listas de buques autorizados y no autorizados en las Organizaciones Regionales de Pesca, el establecimiento de listas de países no cooperantes con dichas organizaciones, la identificación de capturas ilegales para actuar frente a los Estados de pabellón y la definición de los derechos y obligaciones del Estado del puerto en materia de acceso de los buques pesqueros a las instalaciones portuarias
En este sentido, Espinosa subrayó que España está llevando a cabo un "control absoluto" sobre todos los desembarques y transbordos de buques pesqueros en sus puertos, controlando el 100% de los desembarques y denegándolos cuando existen indicios claros que ofrecen seguridad jurídica, tanto a los agentes de aduanas como a los inspectores de pesca, sobre la ilegalidad de un producto.