
La historia de Italia está repleta de ducados y repúblicas que cambiaban de manos tan pronto como se formaban nuevas alianzas. La adquisición de los bancos venecianos Banca Popolare di Vicenza y Veneto Banca en junio por parte de Intesa San Paolo es una operación mucho más pacífica que las de antaño, pero ha permitido mantener sin sobresaltos la actividad de los bancos venecianos y estabilizar a la banca italiana en su conjunto. No obstante, Intesa, uno de los bancos más atractivos de Europa, ha enviado a Roma un mensaje claro: no pagará sobrecoste alguno por la operación.
Intesa San Paolo es la entidad destacada del Eco30 de esta semana, la selección de ideas internacionales de elEconomista. Solvente y con unas cuentas saneadas, ofrecerá una rentabilidad por dividendo para este año del 7,1% -la segunda más alta del índice-, según la previsión de los expertos.
En comparación con los bancos que cotizan en el Stoxx 600, solo el francés Natixis se acerca, y aun así se queda a 1,31 puntos porcentuales de diferencia. Para los bancos españoles, como el Santander y BBVA, el consenso del mercado de Factset prevé una rentabilidad del 3,6% y 3,4%, respectivamente. Entre el beneficio con el que Intesa cerró el año pasado, y si la estimación de ganancias de los analistas no se desvía, el banco piamontés aumentaría en un 43% sus ganancias a finales de este ejercicio.
El precio de la acción, de 2,85 euros, todavía tiene un potencial de recorrido alcista hasta los 2,98 euros por título. Además, cotiza con un PER (veces que el beneficio está recogido en el precio de la acción) de 14, y sus beneficios están valorados un 3,3% más baratos que la media del sector bancario europeo.
Otra de las fortalezas de Intesa es la recomendación de compra que pronostica el mercado, y que contrasta con el mantener de Caixabank y el Santander y el consejo de venta de BBVA y Deutsche Bank.
El banco transalpino es la sexta entidad del Eco30 en capitalización bursátil, tras colosos como Shell y Softbank. Para los analistas de Citi, "la dirección de Intesa ha mostrado una estrategia a favor de los accionistas", y aunque ha contrarrestado, según el banco, la mayoría de riesgos potenciales derivados de la operación, la entidad podría ver el precio objetivo de sus títulos comprometido por "la restructuración potencial del sistema bancario italiano, retornos de capital más bajos de lo esperado y el deterioro de la calidad de sus activos", entre otros.
Con la inyección de 8.800 millones de capital público en el veterano Monte dei Paschi de Siena, se pone al fin algo de calma a la incertidumbre reciente en la banca italiana.