
Este jueves, después del cierre del mercado, la empresa de ropa deportiva Nike dará a conocer sus resultados correspondientes al ejercicio fiscal de 2017. La firma estadounidense llega a su cita en un momento en el que los expertos que cubren el valor en el mercado están deteriorando su recomendación. En las últimas semanas, los bancos de inversión han cambiado su consejo hasta el punto de dejarlo en el fino alambre entre mantener y comprar. De hecho, el porcentaje de analistas que recomienda tomar posiciones en la compañía es el más bajo de los últimos tres años.
Concretamente, desde 2014 los expertos no confiaban tan poco en una firma que se deja un 10% en bolsa desde los máximos del año al calor de las menores estimaciones de crecimiento de las firmas de inversión.
La última casa de análisis en retirar el consejo de compra que emitía sobre Nike ha sido JP Morgan. La firma estadounidense asegura que el deterioro reciente de la compañía "es fruto de una desaceleración en el crecimiento de sus ingresos en América del Norte, impulsada principalmente por una caída de su ventas".
En este sentido, son varios los analistas que coinciden en señalar el peor panorama en la venta de zapatillas deportivas en EEUU y Canadá -este negocio generó casi 20.000 millones de dólares en ingresos para la firma- como una de las razones que justifican la caída del 2,5% en las estimaciones de beneficio sufrida en el último año, hasta los 4.067 millones de dólares. Una cifra que, de confirmarse este jueves, supondría registrar el peor crecimiento interanual de la empresa desde el año 2013, al quedarse en un aumento de sólo el 8%.
Además, de materializarse estos malos augurios, Nike podría dejar de recibir una recomendación de compra por parte del consenso de analistas que la sigue y, por ende, se vería obligada a salir de la cartera modelo de elMonitor, en la que sólo están las firmas más atractivas para el mercado.
El lado positivo de la vida
Sea como sea, ante la intensificación de la competencia y el cambio de preferencias de los consumidores en América del Norte, el crecimiento de Nike pasa por su capacidad para acelerar las ventas de calzado y de prendas de vestir a nivel internacional, que representan el 55% del total de sus ingresos según se desprende de su última cuenta de resultados.
En este sentido, el ya mencionado descenso en las estimaciones de beneficio en los últimos meses, así como el hecho de que en más de un 90% de las últimas veces en las que ha dado a conocer sus resultados haya batido las previsiones del consenso de analistas, ayudan a ser optimistas con la firma en las horas de cotización posteriores a sus resultados.
Y es que la reacción en bolsa a sus cuentas anuales durante los últimos ejercicios ha sido siempre positiva. Desde 2013, sus acciones se han revalorizado casi un 3% de media en la jornada posterior a su presentación de resultados anuales. Y, según las firmas de inversión, su potencial alcista ronda el 15% para los próximos doce meses.
Pegado a su nivel de soporte clave
"El hueco que Nike abrió en la primera sesión del año en los los 50,5 dólares, es su nivel de soporte clave", afirma Carlos Almarza, analista técnico de Ecotrader. "De su mantenimiento depende que se pueda seguir confiando en un contexto de mayores alzas en las próximas semanas o no, por lo que si pierde dicha cota cancelaría el proceso de reestructuración y daría síntomas de debilidad", afirma el mismo experto.