
Roma, 26 jun (EFE).- Las autoridades italianas iniciaron formalmente hoy la liquidación ordenada de Banca Popolare di Vicenza y de Veneto Banca, una operación que han celebrado tanto desde el Gobierno como desde el sector bancario porque consideran que evitará "elevados daños económicos" al país, como la pérdida de numerosos empleos.
El Banco de Italia aplaudió hoy esta intervención de urgencia del Ejecutivo transalpino porque "ha evitado una liquidación desordenada de los dos bancos que habría causado elevados daños económicos", dijeron a Efe fuentes de esa institución.
También aseguraron que si la operación se hubiera realizado de otra manera, se habrían perdido numerosos empleos y habría perjudicado "el tejido económico de la Región del Véneto", una de las más ricas del país.
La decisión también ha sido aplaudida por Intesa Sanpaolo, banco que se hará con la parte sana de ambas entidades a cambio de un euro simbólico.
El grupo bancario aseguró en un comunicado que con esta acción se ha protegido los ahorros de dos millones de familias y "el empleo de las personas que trabajan" en las bancas vénetas.
El Gobierno italiano aprobó el domingo por vía de urgencia la "liquidación ordenada" de dos bancos de la rica región véneta (noreste del país), con un decreto ley que permite ceder sus activos sanos a Intesa Sanpaolo.
Según el decreto además se movilizarán hasta 17.000 millones de euros, según cálculos del Ejecutivo transalpino, de ellos 4.785 millones irán destinados a Intesa Sanpaolo para mantener la capitalización y el reforzamiento patrimonial de la entidad.
Los 12.000 millones restantes se conservarán para garantías estatales con el objetivo de afrontar futuras situaciones derivadas del agujero patrimonial de las dos entidades liquidadas.
Además, los créditos deteriorados irán a parar a la Sociedad para la gestión de las actividades (SGA), dependiente del Departamento del Tesoro, por lo que serán gestionados de forma estatal.
La operación protegerá a los titulares de depósitos y los poseedores de obligaciones sénior, pero no a los accionistas, que perderán su inversión en las dos entidades.
Además, los medios locales estiman que la operación obligará a cerrar en torno a 600 sucursales (del total de algo más de seis mil que sumarán la red de los dos bancos vénetos más la de Intesa Sanpaolo) y a proceder a una reducción de hasta unos 4.000 empleos, del total de más de cien mil empleados que pasa a tener el conjunto de los tres bancos.
No obstante, el presidente de Intesa Sanpaolo, Carlo Messina, aseguró hoy que no habrá despidos, sino que esta reducción de puestos de trabajo se hará solo mediante bajas voluntarias.
La decisión del Gobierno se produjo después de que el viernes la Junta Única de Resolución europea (JUR) ordenara liquidar ambas entidades después de que el Banco Central Europeo (BCE) declarase que son inviables o están en camino de serlo.
El Banco de Italia ha nombrado a tres comisarios para cada entidad, para Popolare Vincenza son Claudio Ferrario, Giustino Di Cecco y Fabrizio Viola, mientras que para Veneto Banca son Alessandro Leproux, Giuliana Scognamiglio y de nuevo Fabrizio Viola.
Viola fue el exconsejero delegado de Popolare Vicenza y anteriormente había sido consejero delegado y director general del banco Monte dei Paschi di Siena (MpS).
Viola ha sido nombrado comisario ahora de ambas entidades "porque conoce los dos bancos y por tanto asegura una continuidad en la gestión de las actividades en liquidación", además de que podrá "dar un importante apoyo al banco Intesa Sanpaolo para la gestión operativa de la operación", opinaron fuentes del Banco de Italia en declaraciones a Efe.
Los comisarios se encargarán de llevar a cabo la liquidación y el Banco de Italia jugará un papel de supervisor para garantizar que todo se realiza conforme a la normativa italiana.
Finalmente, el Banco de Italia rechazó que con esta operación Italia haya evitado en el país una decisión como la tomada recientemente en España con la venta ordenada de Banco Popular al Banco Santander por un simbólico euro, en un operación sin coste alguno para el contribuyente español.
"La situación es completamente diferente", reiteraron.
De acuerdo con la directiva europea de Reestructuración y Resolución Bancaria, para que una entidad pueda ser salvada con procedimientos europeos deben darse tres condiciones: la primera que sea inviable o esté en vías de serlo.
Además, no pueden existir alternativas privadas o acciones de supervisión que permitan evitar la quiebra y la resolución debe ser necesaria para salvaguardar el interés público.
En el caso del Banco Popular sí se daban estas condiciones, pero la JUR consideró el viernes que esta última condición no la cumplían los bancos italianos por lo que debía ser liquidada siguiendo las normas italianas.
Por Laura Serrano-Conde
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