
Todo está listo en Washington, donde incluso muchos bares aprovecharán para hacer caja gracias a las expectativas generadas por la comparecencia en el Comité de Inteligencia del Senado del ex director del FBI, James Comey, para determinar si el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presionó o no al funcionario en lo que se refieren a la investigación del ex asesor del Consejo de Seguirdad Nacional, Michaely Flynn y sus nexos con Rusia.
Un evento que los operadores estadounidenses seguirán con mucha atención y que podría postularse como catalizador para una próxima corrección en la renta variable americana. "La volatilidad de los precios a corto plazo puede crecer con el testimonio del ex director del FBI e incluso hacer que el S&P 500 corra el riesgo de caer un 5% o más debido el tiempo transcurrido desde la última corrección de esta magnitud", avisa Sam Stovall, estratega jefe de inversión de CFRA en una nota a sus clientes.
De momento, y para ir abriendo boca, el comité de la Cámara Alta adelantaba las declaraciones preparadas del ex director del FBI, quien asegurará hoy que el mandatario le demandó "lealtad" y le sugirió que "dejase pasar" el asunto de Flynn ya que éste era "un buen hombre". "Respondí que es un buen hombre pero no dije que lo dejaría pasar", expondrá Comey en su testimonio confirmando las informaciones ya publicadas por la prensa estadounidense.
En la detallada recolección de los distintos encuentros e interacciones entre Trump y Comey, el presidente se refirió a la investigación sobre Rusia, como "una nube" y preguntó vía telefónica el pasado 30 de marzo al por entonces todavía director del FBI que podían hacer para "disiparla". Recordemos que el inquilino de la Casa Blanca despidió súbitamente a este funcionario el pasado 9 de mayo y ha negado reiteradamente haber presionado a Comey para que dejase de lado el asunto ruso. Un hecho que de ser cierto podría suponer una obstrucción a la justicia e instigar un posible proceso de destitución del republicano.
Pese a que el asunto ruso y la comparecencia de Comey pueden servir de excusa a los inversores para una oleada de ventas, Stovall incide en que "la dirección de la economía sigue siendo la clave para la potencial tendencia del mercado en los próximos meses". "Dado que no proyectamos ninguna amenaza de recesión en el próximo año, seguimos creyendo que estas correcciones ofrecerán oportunidades de compra", incide.
Aún así, existe una preocupación creciente de que la agitación política en Washington podría dañar la agenda reformista de la administración Trump. En particular, los progresos en el nuevo proyecto de ley de salud así como la ansiada reforma fiscal han disminuido considerablemente. "Aproba una legislación sobre cualquiera de estas iniciativas antes de fin de año será un desafío importante" asegura Sara Johnson, economista de IHS Markit, quien asume que una serie de iniciativas "modestas" que favorecerán el crecimiento lograrán implantarse a finales de este año. Aún así avisa que "si la incertidumbre política desemboca en una crisis, la posibilidad de cualquier reforma fiscal disminuirá considerablemente". Desde esta consultora estiman que EEUU crecerá este año un 2,3% y un 2,7% en 2018.