Un nuevo estudio refrenda la idea de que la estructura del ahorro en España es una de las más ineficientes de Europa, al menos de los cinco países más grandes. Tanto en Alemania, como en Reino Unido, Francia e Italia se invierte mejor que en nuestro país. Es una de las conclusiones que se obtiene del análisis realizado por Finanbest en colaboración con AFI, en el que se señala que, a pesar de que mucho ahorro se ha desplazado hacia los fondos de inversión en los últimos años, España aún está al nivel de Rumanía en lo que a este producto se refiere -país con una de las cifras de ahorro más baja, junto a Turquía y Polonia-. Los españoles apenas invierten un 6% en este activo, siendo el único entre los grandes que destina menos de un 10%.
Entre las causas de que no solo invirtamos poco, sino mal, Finanbest identifica tres. Para lo primero está que el nivel de gastos e ingresos lo impiden, ya que "los gastos que se producen en el hogar son similares o superiores a los ingresos", mientras que para lo segundo señalan a la mayor confianza que existe sobre la economía, que hace que se reduzca "el sentido de precaución" y la "reducida formación financiera, que hace que se perciban los costes y no las ventajas del ahorro".
El estereotipo del ahorrador español pervive
Prefiere el ladrillo
De esta forma, si hubiera que dibujar al ahorrador español el retrato apunta a un ahorrador que prefiere los activos reales a los financieros. Los inmuebles continúan siendo el principal destino de los ahorros de las familias españolas: 8 de cada 10 tienen una vivienda en propiedad. Tanto es así que casi el 40% dispone de una segunda residencia. Concretamente, un 28% posee una casa que no es su vivienda principal y un 10%, solares y fincas, porcentajes que se incrementan a medida que aumenta el nivel de renta.
Es conservador y aún se aferra al depósito
En 2016 el depósito seguía siendo el activo que más pesa en los hogares, con 858.000 millones de euros entre estos y efectivo, a pesar de que sus rentabilidades continúan en mínimos históricos. "Algo que no es de extrañar si tenemos en cuenta que los españoles son los que más miedo muestran ante la volatilidad de los mercados, sólo superados a nivel mundial por los portugueses, según la segunda parte del Barómetro Mundial de Schroders", argumentan.
Los más sofisticados invierten en fondos y acciones
Según datos del Banco de España, el porcentaje de familias que invierten en activos financieros, diferenciando entre depósitos, fondos, acciones o bonos, entre otros se desprende que los españoles invierten casi el doble en acciones (11,4%) que en fondos (6%). No obstante, las tornas cambian cuando se habla del saldo mediano que dedican a cada uno de ellos. La cantidad de dinero que los españoles destinan a fondos es casi 4 veces superior que la dedicada a acciones: un total de 39.300 euros frente a los 11.200 dedicados a los títulos bursátiles; "ya que las personas con más renta y cultura financiera invierten más en fondos", apuntan.
La crisis no ha mejorado el conocimiento financiero
A pesar de las lecciones que ha dejado la crisis, como que con el ladrillo también se puede perder dinero, "la alfabetización financiera sigue siendo prácticamente igual que hace una década", señalan. Como ejemplo, continúan, menos del 20% de los españoles conoce los conceptos de diversificación, riesgo y rentabilidad, mientras que "el binomio rentabilidad-riesgo no se comprende".
Sólo 4 de cada 10 españoles con educación inferior es capaz de responder correctamente a preguntas básicas de economía. En el caso de la educación superior contestan bien el 68%. Cuando aumenta la complejidad de las preguntas, solo el 21% de las personas con mayor formación responden adecuadamente.
Resultado: invertimos mal
Todo ello ha provocado que el ahorrador más conservador dé pasos no acordes con su perfil de riesgo en busca de rentabilidad en un entorno de tipos cero. "Al asumir el riesgo sin tener percepción del mismo, cuando éste se materializa el comportamiento general es la huida", apuntan, lo que a veces conlleva la destrucción del patrimonio. "El ahorrador español invierte cuándo el mercado ya ha subido y desinvierte cuando el mercado ya ha bajado", señalan.
"Todo lo comentado lleva a concluir que los españoles invierten de manera incorrecta tanto en tipología de productos como en el momento de hacerlo, convirtiendo a España en el país que peor invierte de los cinco grandes europeos", concluyen.