
La nueva Gamesa, producto de la fusión de la española con el negocio eólico de Siemens, ha nacido para discutirle el liderazgo del sector a la danesa Vestas, aunque, según las previsiones de los analistas, no lo conseguirá de momento. Una vez digerido el superdividendo que repartió el 11 de abril con motivo, precisamente, de la integración, el consenso ha reducido el precio objetivo en el que ve sus acciones dentro de un año un 10%, hasta los 20,23 euros ?un 2% de potencial al precio actual?, y aconseja mantenerlas.
Los mismos expertos sostienen sobre los títulos de la danesa la recomendación de comprarlos y apuntan a que Vestas seguirá dominando el sector de la energía eólica mundial por beneficio, por caja neta y en márgenes, a pesar del salto que protagonizará Gamesa tras la fusión con la división verde de la alemana.
Sin duda, las bondades de esta operación y, sobre todo, el atractivo del dividendo extraordinario que se pactó a mediados del año pasado, al tomar forma de fusión y no de opa, han cotizado en los últimos meses. Gamesa sube un 31,46% desde que el 17 de junio se anunció la integración, dando continuidad a una vertical tendencia alcista que se inició en julio de 2012, desde 1 euro. En este mismo periodo, Vestas repunta un 34%.
Para aprovechar la retribución de 3,75 euros, Gamesa fue seleccionada por el consenso de analistas que construye el Eco10 ?el índice de ideas de calidad del mercado español? y gran parte de los expertos que la seleccionaron advirtieron posteriormente que una vez cobrado el dividendo lo óptimo era mantenerse por las fortalezas que reúne la compañía naciente. "Lo importante para los accionistas es saber que forman parte del mayor fabricante mundial de aerogeneradores", señala Miguel Ángel Paz, de Unicorp Patrimonio.
Lo cierto es que la operación ha disparado las expectativas que las firmas de inversión lanzan sobre Gamesa. Se espera que haga crecer su beneficio neto un 115% en 2019, respecto a 2016, hasta 650,3 millones de euros. "La fusión tiene sentido estratégico ya que la combinación del negocio eólico de Siemens y Gamesa dará lugar a la creación de un actor que se beneficiará de una presencia global y de una cartera de productos más competitiva", incide Eva del Barrio, de Bankinter.
Sin embargo, Gamesa no alcanzará los 1.111 millones de euros que se espera que gane Vestas el próximo 2019 y se quedará a 2,5 puntos de media del margen bruto que la danesa mantendrá sobre el 17% en este periodo, según las mismas previsiones. Del mismo modo, aunque triplicará su caja neta, será un 60% inferior a los más de 4.000 millones de euros que se estima que acumulará su competidora y representaría un 12% de su capitalización actual, la mitad que en el caso de Vestas.
"Seguimos prefiriendo a Vestas frente a Gamesa", reflexiona el equipo de analistas de JP Morgan, que admite que aún hay que despejar "una serie de incógnitas para llegar a una valoración justa de la española". Desde la firma de inversión advierten que "los inversores podrían haber sido demasiado optimistas con las sinergias de la integración" y observan un impacto sobre el margen que, efectivamente, reflejan las estimaciones del consenso, que lo reducen casi 1 punto porcentual en 2018 respecta a este año.
Por su parte, AlphaValue, aunque admite que de la fusión sale el líder del sector de la energía eólica, insiste también en que "existen incertidumbres como la verdadera rentabilidad del negocio Siemens Wind, que se evaluará sólo a partir del primer trimestre". El segmento más crítico es el offshore que aporta la alemana, que "podría sufrir" a medio plazo, según explican desde Barclays.
Por esta razón, los resultados de los primeros tres meses de 2017 que presentará este 5 de mayo serán poco relevantes y, más bien, el mercado juzgará los objetivos de la nueva compañía. Más relevantes serán las cuentas que Vestas publicará el día 10 de este mes.