
Tres meses después de que Talgo se hiciera con el conocido como megacontrato del AVE en España y tras conocer sus resultados anuales, el consenso de mercado se decanta en bolsa, de cara al futuro y dentro del sector, por su competidor CAF. Los analistas recomiendan comprar las acciones del fabricante vasco, especializado en trenes suburbanos y regionales, y mantener las de la compañía de la familia Oriol, volcada en la alta velocidad.
Desde la adjudicación del contrato a finales de noviembre, Talgo repunta un 11% en el parqué frente al 0,3% que sube CAF, pero, para los expertos que siguen su cotización, las expectativas a medio y largo plazo son más positivas para la compañía con sede en Beasáin. Según las estimaciones, CAF multiplicará por 3 su beneficio neto en los próximos dos años, hasta los 108 millones de euros, frente a los 35 millones que ganó en 2016. En el mismo periodo, Talgo apenas mejorará los 62 millones hasta los que elevó su beneficio el año pasado.
"La tendencia de contratación del fabricante vasco es buena, lo que le ha permitido situar la cartera de pedidos en nuevos máximos -6.228 millones de euros, un 18% por encima del nivel más alto de su historia, alcanzado en 2014- dando visibilidad para 4,7 años de ventas", incide Felipe Echevarría, analista de Banco Sabadell. La cartera de pedidos de Talgo asciende a 2.604 millones de euros, "el 84% corresponde a servicios de mantenimiento", según explica la propia compañía, que añade que el megacontrato del AVE sumará a esta cifra 566 millones automáticamente después de que se firme el contrato, lo que espera que ocurra antes de que termine marzo, garantizando 5,4 ejercicios de ventas.
Sin embargo, una de las claves que está detrás del mayor crecimiento por beneficios previsto para CAF es el estancamiento del margen de Talgo. "Tiene el margen más alto del sector, pero no es sostenible principalmente por el menor número de pedidos de fabricación y por la mayor competencia", advierte el equipo de analistas de JP Morgan. Mientras las estimaciones apuntan a que el fabricante vasco convertirá en beneficios 5,25 euros de cada 100 ingresados este año, frente a los 3,52 euros con los que lo hizo el año pasado, el margen neto de Talgo se estancará ligeramente por encima del 10%.
Caen las estimaciones
Esta tendencia explica que, desde la adjudicación del contrato del AVE, "que no impactará en resultados hasta 2018", según apuntan desde JP Morgan, las perspectivas de beneficios de la compañía de la familia Oriol hayan caído un 8% para este año y un 10% para el próximo, mientras que en el caso de CAF se mantienen estables. De hecho, Felipe Echevarría valora positivamente que "las perspectivas dadas por la compañía para 2017 y 2018 en la presentación de resultados están alineadas con las expectativas".
En el mismo sentido, aunque actualmente Talgo se compra un 30% más barata que el fabricante vasco por PER (veces que el beneficio está recogido en el precio de la acción), el multiplicador de beneficios de ambas compañías se iguala, en torno a las 11 veces, de cara a 2018.
Pendientes de la liberalización del sector
En España, tanto Talgo como CAF están pendientes de la liberación del sector ferroviario, que llegará en 2020, por orden europea. A nivel internacional, los analistas coinciden en señalar que el principal catalizador para Talgo será el contrato que, supuestamente, adjudicará la India a principios de 2018. "En el país están satisfechos con las pruebas realizadas en 2016", observan desde Banco Sabadell.