
Las compañías relacionadas con el sector de la construcción se erigieron como las más alcistas a uno y otro lado del Atlántico ayer. Las palabras del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ante la plana mayor de gobernadores del país, en las que adelantó que su Administración empezará a invertir en infraestructura "a lo grande", sirvieron para prender la mecha en tres sectores -acereras, contructoras y fabricantes de materiales de construcción-, que podrían verse beneficiadas por la promesa de inversión de 500.000 millones de dólares en infraestructuras de Trump -el doble que Hillary Clinton-.
Las acereras tiraron del S&P 500 con su rebote del 3,5%. El mercado descuenta que el conjunto del sector se verá beneficiado por las medidas del mandatario estadounidense por partida doble: por un lado, la imposición de medidas antidumping contra las importaciones de acero chino y, por otro, los planes de inversión en infraestructuras por parte de la nueva Administración, que aumentarán la demanda de este material. Las acereras con presencia en el S&P 500 amplían, de esta manera, su terreno ganado desde el triunfo del republicano hasta el 23,2%, un repunte que, no obstante, es la mitad que el de ArcelorMittal. La compañía, además de ser la más alcista de todo el Ibex 35 en lo que va de año, en el que rebota un 19,8%, ya se dispara un 43,6% desde la victoria de Trump.
En el Viejo Continente, la tarea de mantener a flote los índices recayó sobre las constructoras. El sectorial Stoxx 600 Construction & Materials, que se anotaba ligeras caídas a media sesión, terminó dándose la vuelta por las palabras de Donald Trump hasta cerrar con una subida del 0,77%, convirtiéndose, así, en el más alcista del Viejo Continente. Entre los 10 más alcistas del sector se hicieron un hueco dos compañías que lucen la segunda y tercera recomendación de compra más sólida de todo el Ibex 35: Ferrovial y ACS, que avanzaron un 1,2 y un 0,9%, respectivamente y amplían sus ganancias al 2,1 y 10%, respectivamente desde el triunfo de Trump.
Al otro lado del Atlántico las declaraciones del nuevo inquilino de la Casa Blanca tuvieron incluso más repercusión en el mercado y se tradujeron en subidas tres veces superiores. Las constructoras estadounidenses repuntaban un 2% al cierre de esta edición, mientras que la subida de los fabricantes de materiales de construcción era algo mayor: del 2,6%. Estos últimos se habían visto golpeadas en las últimas fechas por los rumores que apuntaban a que el programa de inversión en infraestructuras defendido por Trump se retrasaría hasta 2018 y encadenaban cuatro semanas consecutivas con descensos, lo que prácticamente había borrado toda su subida en bolsa desde las elecciones.