
Pese a la subida de Wall Street desde la victoria de Trump, que ha elevado el PER de EEUU a uno de los mayores del mundo, las grandes firmas del Nasdaq empatan con las del S&P.
La tecnología está cara". Es una frase que se ha repetido tanto en los últimos años que la consideramos verdadera per se, al igual que otros aforismos bursátiles, como "Sell in May and go away" ("Vende en mayo y sal corriendo") o "Compra con el rumor y vende con la noticia". Sin embargo, aunque el conjunto de compañías que conforman el Nasdaq 100 cuentan, de media, con una ratio PER (veces que el beneficio está recogido en el precio de la acción) más elevada que el de otras plazas estadounidenses como el S&P 500, si atendemos a las 10 mayores firmas por capitalización de ambos selectivos la fotografía es diferente.
Y es que el multiplicador de beneficios de la tecnología no está tan disparado como cabría pensar. En concreto, las media del PER de las 10 mayores compañías tecnológicas (excluyendo a Amazon, que por primera vez empieza a normalizar sus ganancias después de años y años en los que Bezos ha dado patadas hacia delante) se coloca en las 18,2 veces mientras que para el índice de referencia estadounidense el consenso de mercado que recoge FactSet lo sitúa en las 18,1 veces. Es decir, se compran prácticamente igual de caras... o baratas. Para Hernán Sánchez, analista de CMC Markets, "este gran cambio tiene su explicación en que algunas compañías del sector tecnológico se han convertido en las empresas que mayor facturación y beneficios tienen a nivel mundial". Entre ellas, el experto destaca los ejemplos de Apple o Alphabet, a los que añade, en próximas fechas, firmas como Amazon o Facebook.
Tomás García-Purriños, analista de MoraBanc, indica que "ambos índices cotizan a múltiplos muy exigentes, tanto en términos absolutos como respecto a su media histórica". Aun así, alerta de que "esto de lo único que informa es de que las perspectivas de crecimiento de los beneficios son buenas. Mientras eso no cambie, sigue existiendo potencial".
El selectivo tecnológico cotiza con un multiplicador de beneficios más elevado que el resto de índices estadounidenses, pero ya no hay tanta diferencia. Todo sin tener en cuenta el Russell 2000, es decir, aquellas empresas de pequeña y mediana capitalización que centran el grueso de su negocio en su propia casa, puesto que la media del PER de las 10 principales firmas en esencia estadounidenses asciende hasta las 29,4 veces.
Marisa Cabrita, analista de Orey Financial, indica que, "teniendo en cuenta la diferencia histórica entre las ratios de ambos índices" el S&P no está mucho más barato que el Nasdaq 100 ya que "el diferencial entre ellos está en valores consideradas históricamente bajos". Y es que, si nos fijamos en el primer trimestre de 2002, poco después del estallido de la burbuja de las puntocom, el PER del selectivo tecnológico alcanzó los 264 puntos, "nivel en el que los ingresos de las tecnológicas caían sustancialmente", concluye.
Sin embargo, y aunque el conjunto de la tecnología se siga manteniendo más cara, entre las mayores compañías se aprecian signos que rebaten el tópico. Jesús de Blas, analista de Bankoa, indica que "firmas como Apple han cambiado su perfil, cotizando a un PER comparable a los de otras empresas tradicionales, al ir madurando sus negocios, lo que ha vuelto a traer controversia al reducirse la distancia entre el PER del S&P 500 y el del Nasdaq".
Bancos, las mayores del S&P
Si nos fijamos en las 10 mayores firmas por capitalización del S&P 500, excluyendo a las tecnológicas, muchas de ellas pertenecen al sector bancario, que cotiza en unos términos de PER muy reducidos en comparación con las compañías tecnológicas, lo que ayuda a que la media del índice también sea inferior. Desde SelfBank, Victoria Torre alude a que "actualmente el sector financiero tiene un peso aproximado del 15 por ciento en el índice" y afirma que "el sector parece que se está recuperando con unos resultados que vuelven a ser positivos". Además, "las progresivas subidas de tipos de la Fed durante este año pueden mejorar las perspectivas de un sector que se ha abaratado considerablemente por la difícil situación que estaba atravesando con unos márgenes de negocio bastante bajos". Una subida del sector en bolsa también repercutiría en un encarecimiento por PER. Sus acciones se han visto animadas por las palabras de la Reserva Federal estadounidense, que pronostica hasta tres subidas de tipos para el conjunto del año aunque no se espera que la próxima llegue hasta el mes de mayo.
Aun con ello, para Alberto Iglesias, gestor de GVC Gaesco, "el sector bancario no está tan barato. Ahora bien, podría tener un nuevo impulso si Trump deroga la ley Dodd-Frank". En este sentido, RBC Capital Markets considera que los seis principales bancos de EEUU cuentan con un exceso de capital de unos 101.570 millones de dólares, lo que hace pensar que si el contexto legislativo se relajase, muchas de estas entidades darían rienda suelta a un incremento de dividendos y recompras de acciones. Iglesias explica su argumento señalando que el PER actual del sector bancario es de 15,36 veces, por encima del de años precrisis. Además, concluye con que los multiplicadores de beneficios para el sector "estimados para 2017 y 2018 son de 14,14 y 12,4 veces mientras que el margen de beneficio se sitúa en niveles máximos de los últimos 15 años".
Desde Ibercaja, Beatriz Catalán señala que "a pesar de algunos casos concretos, el resto de compañías del Nasdaq 100 se encuentran a múltiplos razonables y a niveles muy bajos, un poco por encima del mercado". Pese a lo cual la experta señala que "son empresas en crecimiento con una valoración razonable, ya que cuentan con unas perspectivas de beneficios muy elevadas y grandes flujos de caja que sirven para darles soporte".
Mayor beneficio en la tecnología
Lo que ha llevado a los índices a estos niveles de PER se sustenta en la importante subida que han experimentado tanto en 2017 como desde que Donald Trump ganase las elecciones y que los ha llevado a marcar en repetidas ocasiones máximos históricos. El Russell es el que más gana desde los comicios, mientras que es la tecnología la más alcista de 2017, con una subida de alrededor del 10 por ciento.
En este sentido, desde Goldman Sachs indican que "existe una correlación ilógica en el mercado bursátil estadounidense", ya que el S&P 500 sube desde las elecciones "a pesar de las revisiones negativas de las cifras de ventas de los analistas". Por ello, "el crecimiento del beneficio por acción más reducido ha sido más que compensado por un PER en expansión que representa toda la ganancia del índice".
Una fotografía que no se repite en los selectivos tecnológicos. En palabras de Jaime de León Calleja, gestor de renta variable de Mutuactivos, esto se debe a que "pese a la subida vertical que ha tenido el índice, no podemos olvidar que la ratio PER relaciona precio y beneficios, y éstos (apoyados por las recompras de acciones) han crecido más rápido que el precio de las acciones en la última década". Las estimaciones de ganancias de las 10 mayores tecnológicas del Nasdaq 100 también contarán con un incremento mayor entre 2017 y 2019. En concreto, el consenso de mercado que recoge FactSet considera que, de media, sus beneficios se incrementarán en un 23,1 por ciento, frente al 22,7 del S&P 500. Por delante se coloca el Russell 2000, con una subida de más del 52 por ciento. Desde Citigroup indican que "el mercado sigue pareciendo atractivo con unas ganancias normalizadas con la brecha de rendimiento".
Además, estas previsiones parecen muy creíbles para los expertos. Ejemplo de ello es Sergio Puente, analista de XTB, que señala que "el sector tecnológico ha encontrado en la creciente clase media de países en desarrollo, como, por ejemplo, India, un nicho de mercado muy potente. Mientras estas economías mantengan su tasa de crecimiento y demandando cada vez más acceso a las nuevas tecnologías, estas empresas deberían continuar con su crecimiento".
El 90% de compras
Con todo ello, los expertos coinciden en que la inversión dentro del selectivo tecnológico sería más indicada para aquellos inversores con más aversión al riesgo, mientras que los conservadores deberían dirigir la mirada hacia el S&P 500. Algo que viene dado por la volatilidad implícita de ambos índices. Y es que las posibilidades de que las firmas tecnológicas presenten unas cuentas que, aunque sean positivas, estén por debajo de lo esperado "provocan que la penalización sea mucho mayor", indica Beatriz Catalán, que añade que, "pese a la fuerte revalorización experimentada, las perspectivas del sector son mejores y más teniendo en cuenta que estamos en la era digital y cada vez son más las empresas, desde automovilísticas hasta bancos, que requieren servicios tecnológicos, por lo que su demanda seguirá al alza".
Dentro del índice, Jaime de León Calleja indica que Apple les "sigue gustando a pesar de estar en máximos históricos. Sus últimos resultados han sido espectaculares y estamos a la espera del lanzamiento del iPhone 8".
Precisamente, la mayor firma por capitalización de todo el mundo alberga sobre sus títulos el consejo de compra, y no es la única. Nueve de las diez mayores compañías del sector pueden presumir de tener esta recomendación o, lo que es lo mismo, el 90 por ciento. Y es que, con dicho consejo acompañan a Apple firmas como Alphabet, (matriz de Google), Microsoft o Facebook, compañías que a su vez se posicionan como las más capitalizadas de todo el mundo. El más famoso buscador de Internet acaba de recibir un alza en la calificación creditica por parte de Standard & Poor's. La agencia la ha elevado hasta situarla en AA+, el segundo máximo peldaño, lo que la pone a las puertas de la mejor calificación: AAA, que hasta la fecha sólo logran Johnson & Johnson y la también tecnológica Microsoft.
Dicha firma y Facebook son las dos compañías que más ingresos reciben por publicidad del mundo. En el caso de la red social, sorprendió al mercado con sus cuentas de 2016 al obtener un beneficio neto de 10.200 millones de dólares, un 170 por ciento más que en 2015. Además, se está introduciendo en el tirón futbolístico y ha anunciado que emitirá en directo y gratis un partido de La Liga Santander cada semana. Por detrás del Nasdaq 100 se colocaría el Russell 2000, con un 50 por ciento de consejos de compra entre sus 10 mayores compañías por capitalización y, a la cola, el S&P 500 con un 30 por ciento (ver gráfico).
En cuanto al potencial que el mercado otorga a los distintos selectivos estadounidenses, el que encabeza la lista es el Russell 200 con un recorrido alcista a doce meses vista del 10,15 por ciento, según el consenso de mercado que recoge Bloomberg. Por detrás estaría el índice tecnológico, al que pese a la subida cosechada en el año, todavía se le otorga un potencial de más de un 9,3 por ciento. El S&P, por su parte, cuenta con un avance adicional del 7,23 por ciento.