
La agencia de calificación Standard & Poor's revisó al alza el rating de Alphabet hasta situarlo en AA+, el segundo máximo peldaño de calificación crediticia. La matriz de Google se sitúa a un paso de la AAA, una nota hasta ahora reservada para solo dos compañías: la también tecnológica Microsoft -a la que adelantó en bolsa por primera vez en septiembre de 2012- y la compañía de consumo Johnson & Johnson. El trío de ases lo completaba hasta el pasado mes de abril la petrolera estadounidense, Exxon, que vio rebajada su calificación al deteriorarse su situación financiera como consecuencia del desplome del precio del barril de crudo.
Desde Standard & Poor's señalan que "la mejora del rating refleja el buen comportamiento operativo de Alphabet en un entorno de evolución del mercado publicitario hacia el ámbito digital", además de mantener "una política financiera conservadora", destacan. Y es que los analistas esperan que la matriz del famoso buscador, que rebota un 6,5% en el año y ronda los 845 dólares la acción, cerca de sus máximos históricos marcados en enero -858 dólares- continúe mejorando sus cuentas de resultados en los próximos años. No en vano, como apuntan desde JP Morgan, "los fundamentales de la compañía son fuertes y continuará como una de las principales beneficiadas por la canalización de gasto publicitario hacia internet". Así, se estima que su beneficio bruto escale desde los 26.500 millones de euros a los que cerró 2016, hasta los 54.340 millones de euros esperados para 2019, a la vez que el beneficio neto haga lo propio hasta los 38.160 millones de euros en 2019, un 116% más que los 17.610 millones de euros con los que cerró 2016. Este fuerte crecimiento de beneficios, unido a que la compañía continuará sin abonar dividendo entre sus accionistas -aunque sí contempla un programa de recompra de acciones por valor de 7.000 millones de dólares-, disparará su tesorería por encima de los 100.000 millones de euros al cierre de 2018.
En este sentido, buena parte de las expectativas de crecimiento en el futuro descansan sobre la evolución de uno de sus buques insignia Youtube. Un informe de Pivotal Research advierte de que no solo "parece que Youtube continúa captando cuota de mercado entre los portales de video" sino que, además, "es cada vez más plausible la posibilidad de hacerse con una parte de los ingresos tradicionales de la televisión", por efecto sustitución, señalan. Los analistas de FDA aplauden esta vía de ingresos, ya que, "en contraste con los caros y profesionalmente producidos contenidos de servicios de suscripción como los de Netflix o Amazon, los contenidos de Youtube son fundamentalmente generados por los usuarios", lo que permitirá mantener a flote su margen ebitda por encima del 33% actual.
Esta continua mejora de su cuenta de resultados ha permitido que, pese a anotarse avances de triple dígito desde comienzos del año 2013, la compañía no haya perdido en ningún momento su recomendación de compra por parte del consenso de analistas. De hecho, Alphabet actualmente cuenta con el consejo de compra más sólido desde el mes de septiembre de 2015, gracias a que el 91,8% de los expertos que la siguen aconsejan tomar posiciones en ella, su porcentaje más elevado desde diciembre de 2012.
Cada vez más barata
Además, el hecho de cumplir sobradamente con las expectativas de crecimiento que barajaban los inversores han permitido que Google pierda, poco a poco, su condición de gran tecnológica cara, cotizando a múltiplos elevados. Y es que si a lo largo de la última década el precio de sus acciones recogía 28,5 veces sus beneficios anuales, en la actualidad esta cifra ha disminuido hasta las 24,9 veces, lo que representa un descuento del 14,5%.