
Nike arrancó la sesión con subidas del 3% después de pulverizar las estimaciones de los analistas con los resultados del segundo trimestre de su ejercicio fiscal pero la primera reacción en bolsa pronto perdió fuerza. La compañía creció menos de los previsto en Norteamerica por la mayor competencia de Adidas y Under Armour aunque lo compensó ampliamente al superar las expectativas en China y en el resto de mercados emergentes.
Entre septiembre y noviembre, Nike registró un beneficio neto de 842 millones de dólares, un 15% por encima de lo esperado, y un 7% más que en el mismo periodo del pasado año. Los ingresos superaron los 8.180 millones, frente a los 8.093 millones que el consenso de mercado que reúne Bloomberg esperaba que presentara, y un 6% por encima de la cifra de negocio que alcanzó en el mismo trimestre de 2015.
Pese a que en Norteamérica, su mayor mercado -45% de sus ventas- creció menos de lo estimado, en China y en otros países emergentes donde está presente sus ingresos alcanzaron máximos de toda historia, con lo que alivia las preocupaciones sobre la pérdida de terreno ante sus principales rivales en la venta de ropa y calzado deportivo.
La competencia planteada por Adidas y por Under Armour amenaza sus márgenes aunque lo cierto es que, en este aspecto, la compañía sigue liderando el sector con puño de hierro. El consenso de mercado espera que la compañía cierre el presente ejercicio convirtiendo en beneficios 11,4 dólares de cada 100 ingresados. Este margen neto duplica al de Adidas y al de Under Armour.
De cara a 2017, Nike es, además, la que se compra más barata según el multiplicador de beneficios. El PER (veces que el beneficio está recogido en el precio de la acción) proyectado para la empresa es de 19 veces, por debajo de las 25,9 veces en las que los analistas sitúan el PER medio de Adidas en el próximo ejercicio o de las 43,9 veces de Under Armour. Las mismas estimaciones señalan que los beneficios de Nike crecerán un 30% en los próximos tres años.
Un año para olvidar en el parqué
Nike cae en bolsa un 18% en 2016. Este año va camino de ser su peor ejercicio desde 2008. Sin embargo, de cara al próximo ejercicio, los analistas esperan que repunte un 22% hasta los 63 dólares en los que fijan, de media, su precio objetivo. Sobre las acciones de la compañía recae una recomendación de compra que respalda el 60% de los expertos que conforman el consenso que sigue su cotización.