
Robert Parkes, cabeza visible de la estrategia de HSBC, reconoce sentirse incómodo por plantear ante nosotros un discurso "tan negativo" sobre el futuro más inmediato de las bolsas, pero en el horizonte sólo ve incertidumbres, que van más allá del riesgo político.
- ¿Deberíamos asumir ya que este año será un ejercicio de pérdidas?
Eso parece. Seguimos siendo muy prudentes con la renta variable este año y también de cara al que viene, aunque no siempre nos hemos mostrado tan bajistas respecto a la bolsa. Fuimos alcistas desde 2010 a 2015 y, a finales del año pasado, empezamos a cambiar a idea.
- ¿Atisba un tapering (retirada de estímulos) en la eurozona más pronto que tarde?
Lo que esperamos es un crecimiento débil, cierta incertidumbre política y, basándonos en esto, creemos que lo más probable es que haya más bien más estímulos que menos durante los próximos años.
- Insiste en recalcar un "riesgo de recesión" en la eurozona...
No lo denominamos recesión, sino más bien un crecimiento muy bajo. Nuestra previsión para 2017 es un crecimiento de la economía aún menor que este año, llegando al 1%, según nuestros cálculos, en la zona euro. A lo que me refería es que cuando lo que existe es una desaceleración de la economía, los riesgos de recesión aumentan y los inversores empiezan a estar más preocupados por esta posibilidad.
- ¿El riesgo político se ha convertido en el mayor temor?
Yo llevo en el mercado como estratega unos 18 años y me resultaría difícil encontrar un periodo en el que el riesgo político haya estrangulado al mercado de la manera en que lo está haciendo ahora. Si nos centramos sólo en Europa, mi mayor preocupación siguen siendo las implicaciones que pueda tener el Brexit. Reino Unido todavía no se ha marchado (de la UE) y se antoja difícil afirmar que todo está bien.
A ello se suma la presencia de partidos antisistema en Europa, generalmente también antieuropeos. No digo que esté en riesgo la eurozona, pero sí es lógico que los mercados empiecen a preocuparse porque pueda aumentar la inestabilidad, con todo lo que queda por venir: referéndum italiano, elecciones en Polonia, Francia y en Alemania.
Esto da lugar a una conclusión irrefutable: la incertidumbre se está incrementando en las bolsas y esto debería repercutir en unas valoraciones más bajas. ¿Cuál es el problema? Que la valoración del mercado es relativamente alta. Un multiplicador de beneficios de 22 veces no estaba tan alto desde hace trece años y es algo que me pone nervioso.
- Para ajustar este desfase, ¿qué es más probable, que caiga la bolsa o que suban los beneficios?
Para que el mercado sea capaz de sostenerse en los niveles actuales, los beneficios deberían recuperarse de una manera muy fuerte durante el próximo año. El mercado espera, de hecho, una recuperación de doble dígito en Europa, que se sitúa entorno al 14%. Pero si nos fijamos en lo que ha pasado en los últimos años, se convierte en algo difícil de creer. Durante los últimos seis ejercicios, el beneficio ha decepcionado las expectativas del mercado, mientras las valoraciones se elevaban y esto llegará a algún final.
- Pero, ¿qué espera para este año?
Las señales son positivas si las comparamos con las expectativas que había el pasado mes de febrero cuando de los 24 sectores que hay en Europa ninguno de ellos presentaba un crecimiento neto positivo de sus ganancias. Ahora, algo más de la mitad presenta una mejora de sus BPA (beneficio por acción).
- Imagino que no es el caso del sector financiero?
No, pero cuidado, porque puede ser peligroso tener una infraponderación muy elevada de bancos en cartera, como tienen muchos inversores. Si piensas en el referéndum en Italia, por ejemplo, en caso de que gane el no los bancos serán los que peor se comporten, pero ¿y si ganara el sí? Serían los que mejor, con lo que es un gran riesgo en ambas direcciones y por eso preferimos mantenernos neutrales. Somos algo más optimistas que un inversor tipo.
- El mercado español ha sacado cierta ventaja al mercado italiano en los últimos meses. ¿Cree que nos seguirá yendo mejor?
El año pasado muchos inversores jugaron largos en Italia y cortos en España. Este año las tornas han cambiado. Estuvimos muy centrados en la situación política española. El crecimiento interno de la economía española está siendo más positivo, además de la exposición a América Latina. Y esto me lleva a pensar en emergentes, en los que se puede jugar dentro de Europa y, en esto, España tiene una exposición relativamente alta. Estamos positivos ahí, en sectores con elevada exposición como materiales básicos, bienes de consumo, lujo...
- ¿Qué sectores le gustan?
Estamos todavía algo defensivos, como utilities, bebidas, bienes de consumo? No nos gustan aquellos que están más expuestos a la demanda doméstica, al consumo en Alemania o al sector servicios en general, muy sensible a la salud de la economía europea.