Bolsa, mercados y cotizaciones

Cómo sacar al eurodólar de su atonía

El cruce entre la moneda común europea y el ?billete verde? lleva ya dos años prácticamente plano, cuando históricamente sufría variaciones más profundas. Los bancos centrales tienen la llave para mover la cotización al alza o a la baja, pero los expertos señalan que deberán anunciar medidas potentes y creíbles para que veamos cambios en la curva que trazan ambas divisas

Ningún acontecimiento parece capaz de animar el cruce del euro con el dólar. La cotización de ambas divisas, que hasta 2014 trazaba altos picos y profundos valles, lleva dos años relativamente plana. El mayor susto de este año tuvo lugar a raíz del sí al Brexit: el euro se depreció un 3,2 por ciento en cuatro sesiones contra el billete verde, hasta los 1,1 dólares. Pese a todo, esta caída nada tiene que ver con los vaivenes que históricamente han caracterizado al cruce de ambas monedas. Hoy, un euro se intercambia por 1,12 dólares y en lo que llevamos de año cede poco más de un 3 por ciento.

"Aunque este año hemos atravesado sucesos de gran calado", reflexiona Fernando Cid, director de AFEX España, "como el referéndum británico o la postergación de las alzas de tipos en EEUU, no hemos visto grandes movimientos en el euro/dólar, que se ha mantenido en un rango de cotización estrecho".

Una calma que se debe, según los expertos, a la incertidumbre en torno a la actuación de los principales bancos centrales, por un lado; y por otro, a la posibilidad de que el par se esté acercando a su precio justo.

¿Qué factores podrían perturbar esta relativa tranquilidad? "Las sorpresas en eventos venideros que acapararán la atención en los mercados, en especial las elecciones presidenciales en EEUU el 8 de noviembre", comenta Cid. La posibilidad de una victoria de Donald Trump -ahora más lejana- asusta al mercado. De imponerse el republicano, las emisiones de bonos de EEUU perderían atractivo para los inversores, lo que a su vez lastraría la cotización del billete verde (para comprar esos activos es preciso adquirir dólares).

Felipe López-Gálvez, de Self Bank, ve en estos comicios un punto de inflexión para el cruce. "A priori, la victoria de Hillary Clinton provocaría una revalorización del dólar, ya que su candidatura es la preferida del mercado, al ser continuista y sensata", explica. Por el contrario, que se impusiese Trump, "aunque no supondría un descalabro del dólar, podría ejercer un ligero movimiento a la baja en la divisa, en primer lugar porque son muchas las incertidumbres en cuanto a la política que desarrollaría" tanto a nivel fiscal como en las relaciones comerciales. "Una de las medidas que quiere impulsar el magnate es el aumento del gasto público, lo que restaría atractivo a la deuda pública americana denominada en dólares y, por tanto, haría bajar la moneda", explica López-Gálvez.

En Europa, varias son las citas a vigilar. El 4 de diciembre se celebra el referéndum para una reforma constitucional en Italia. El no supondría la marcha del primer ministro Matteo Renzi, el promotor de la consulta. Y ya a principios de 2017, Reino Unido solicitará la aplicación del artículo 50 del Tratado de Lisboa para hacer efectivo el Brexit. Por otro lado, el año próximo se celebran elecciones en Francia y Alemania.

"No pensamos que estos hechos, por sí solos, tengan demasiada repercusión en el euro. Sin embargo, en caso de que los resultados electorales muestren un auge del populismo en Europa, ello sí podría tener consecuencias negativas en la moneda común", añade el analista de Self Bank.

Los bancos centrales tienen la batuta

Por encima de los eventos de corte político, la clave está en las acciones que lleven a cabo los bancos centrales. "Para salir de este rango reciente, necesitaríamos ver cambios significativos en la política monetaria de la Reserva Federal o del Banco Central Europeo (BCE). En el primer caso, un cambio en las expectativas de los propios miembros sobre el ritmo futuro de alzas de tipos, del nivel actual de dos subidas al año", comenta Enrique Díaz-Alvarez, director de Riesgos de Ebury. El mercado da un 55 por ciento de posibilidades a que se produzca un alza del precio del dinero en la reunión que la Fed celebrará el próximo 14 de diciembre.

Javier Santacruz, de IEB, matiza que el movimiento de los tipos tiene que ser "muy brusco" para que se produzcan cambios significativos en la cotización del euro/dólar. "Si la Fed establece un calendario agresivo de tipos, es decir, que los veamos cerca del 2 por ciento de aquí a 2018, entonces sí podría producirse un movimiento más contundente en el cruce de las divisas", explica.

El problema, según este experto, es que "ese mensaje tiene que ser creíble y la Fed ha perdido mucha credibilidad, ya que el año pasado estableció un calendario de subidas que no ha cumplido". Sólo convenciendo al mercado la Fed logrará mover la cotización del dólar, ello combinado, eso sí, "con que Europa profundice en el escenario de tipos negativos en que está actualmente".

En el caso de la autoridad monetaria europea, la clave para ver importantes movimientos en el cruce estaría en "una expansión en el tiempo del programa de compra de bonos", señala Díaz-Álvarez. Que la institución presidida por Mario Draghi prolongue la duración del QE -y el mercado espera que lo extienda más allá de marzo de 2017- implica que destinará más dinero a adquirir deuda de empresas europeas, lo que a su vez aumentaría la demanda de euros y, por tanto, impulsaría la cotización de la divisa comunitaria.

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