
Salir del Ibex 35 no es una grata noticia, menos para Sacyr. La constructora presidida por Manuel Manrique se desploma más de un 21% desde que el pasado 9 de junio (a cierre del mercado) el Comité Asesor Técnico (CAT) del Ibex aprobara que Sacyr deberá abandonar el selectivo el próximo 20 de junio. Junto a él saldrá también otra firma del ladrillo, OHL, para dar paso a Cellnex Telecom y Viscofan.
Las últimas caídas han arrastrado el valor en bolsa de la compañía hasta los 738 millones de euros, truncando una mejoría que perduraba ya desde el pasado 11 de febrero, cuando la bolsa española tocó sus mínimos del año.
Sacyr mantiene una participación del 8,5% en Repsol, que a precios de mercado supone casi 1.350 millones de euros. Es prácticamente el doble de lo que vale la constructora en bolsa, una situación que no se vivía desde hace tres años. En junio de 2013, Sacyr contaba con una capitalización ligeramente superior a los 1.000 millones de euros, mientras el 9,5% que tenía entonces del accionariado de Repsol representaba unos 2.000 millones de euros (se ha ido diluyendo por cobrar el dividendo en efectivo, según fuentes de la empresa).
"Sobre la compañía seguirá pesando la incertidumbre propia de su participación en Repsol", reconocen los expertos de Bankinter. El valor que desde Sacyr se da a la acción de la petrolera es de 15,5 euros, frente a los casi 11 euros a los que cotizaba al cierre de ayer. Esto supone asumir en sus cuentas unas minusvalías de unos 500 millones de euros. CaixaBank, la otra gran participada en Repsol con un 12,9% de su capital, valora estos mismos títulos todavía por encima: a 18 euros.
Para los expertos de Banco Sabadell, la valoración de Sacyr depende "en un 60% de Repsol" y "supone el principal foco que influye sobre su acción".
Descorrelación de Repsol
La acción de Sacyr no ha tenido respiro, porque su marcha del Ibex viene a rematar un año netamente bajista para la constructora. En lo que llevamos de 2016 cede otro 21%, arrastrada en gran medida por el capital que tiene de Repsol, también fuertemente golpeada en bolsa ante un crudo que cotizaba en mínimos. Sin embargo, la firma presidida por Antonio Brufau vive ahora la situación opuesta. Las pérdidas se han traducido en ganancias del 8 por ciento en el año, gracias a que el oro negro consolida su posición por encima de los 50 dólares, algo impensable hace sólo unos meses.
Sacyr es la décima compañía de la bolsa española en la que más peso tienen los bajistas. Están presentes en el 3,7% de su capital. Es más, Oxford Asset Management, hedge británico, declaró una participación corta sobre la costructora del 1,2 por ciendo el pasado 10 de junio, el día después de que el CAT anunciase la marcha de Sacyr del selectivo de los 35.