
Un ascenso en los tipos de interés implicaría una escalada en las rentabilidades de los bonos gubernamentales y en la confianza en la situación económica, por lo que los sectores cíclicos se verían más favorecidos. Por contra, compañías defensivas como Engie, Shire o Danone salen beneficiadas de un "atasco" en el proceso de normalización monetaria en EEUU.
Después de varias semanas en las que los buenos datos macro y las palabras de Janet Yellen, presidenta de la Fed, hacían presagiar una subida de tipos en la reunión de la Reserva Federal de junio o de julio, todo se dio la vuelta el pasado viernes. Tras un fuerte frenazo en el ritmo de creación de empleo en EEUU y el último discurso de Yellen, el mercado ya no espera una nueva subida de tipos hasta diciembre.
Un alza del precio del dinero al otro lado del Atlántico no solo afecta al mercado norteamericano, sino que también tiene un fuerte impacto en las compañías de Viejo Continente. "Creemos que el hecho de que Yellen no haya dado ningún calendario sobre cuando esperar la próxima subida, combinado con que se enfocase en la incertidumbre económica hacen improbable que la Fed suba tipos pronto", apuntan en Nomura.
De este modo, que Yellen retrase el alza de los tipos da aire a algunos sectores que sufren cuando las rentabilidades del bono americano ascienden -la lógica indica que con unos tipos más altos también subirían los rendimientos de la deuda-. "Los segmentos cíclicos son los que más se benefician de unas rentabilidades más altas. De hecho, salvo dos sectores todos están relacionados positivamente con un aumento en el rendimiento de los bonos", explican desde UBS. "La subida de tipos es también un signo de confianza y si la recuperación económica se afianza sin duda los sectores cíclicos saldrán mejor parados. La confianza es la clave de los mercados financieros", explican fuentes de mercado. Así, son las compañías defensivas las que respiran ante la perspectiva de que la Fed retrase el ascenso del precio del dinero.
Todos los sectores que abarcan este tipo de compañías sufren cuando la rentabilidad del T-Note asciende. Algo que parece poco probable tras las últimas noticias en torno a la próxima subida de tipos: ayer la rentabilidad de la deuda estadounidense a 10 años llegó a retroceder hasta niveles no vistos desde 2013, ofreciendo una rentabilidad del 1,625 por ciento. Desde que comenzó junio ha generado ganancias del 2 por ciento.
Por sectores, los de utilities, inmobiliario, alimentación y salud son los que más sufren ante un periodo de subidas de los rendimientos de los bonos, algo que ahora parece lejano. Felipe López-Gálvez, analista de Self Bank, explica que "las empresas defensivas ligadas al sector farmacéutico o las eléctricas suelen tener un elevado nivel de deuda y si los bonos americanos comienzan a ofrecer mejores rendimientos, los europeos deberían perder atractivo para un inversor global". Por contra, los más perjudicados por el retraso serían el de aseguradoras, automovilísticas, tecnológicas y recursos básicos -ver gráfico-. En cualquier caso, el futuro más próximo del mercado parece condicionado a lo que pase en el referéndum sobre la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea que se celebrará el 23 de junio.
Uno de los principales atractivos que presenta ahora la renta variable teniendo en cuenta las paupérrimas rentabilidades que ofrecen tanto los bonos gubernamentales como los corporativos es el diferencial entre estas y el rendimiento que ofrecen los dividendos -que, además, ha ascendido tras los retrocesos en el parqué-. Así, una subida en las rentabilidades de la deuda corporativa podría restar atractivo a la renta variable.
En este sentido, desde UBS advierten de que "cada subida de tipos de 25 puntos básicos puede valer mucho más que las de experiencias pasadas". De hecho, desde la entidad suiza calculan que la primera subida del precio del dinero ha tenido un impacto equivalente a 140 puntos básicos de alzas teniendo en cuenta la evolución que han experimentado los mercados. Sin embargo, un analista que prefiere no ser citado explica que "la subida de tipos de interés va a ser muy pequeña y muy teledirigida, por lo que la diferencia si se hace en junio o en septiembre va a ser muy poco relevante".
Las mejores opciones
Entre los sectores mejor situados ante un atasco en la normalización monetaria, las opciones más sólidas entre las grandes europeas son Danone, Shire y Engie -estas dos últimas forman parte de elMonitor-. Entre las alimentarias las recomendaciones de compra brillan por su ausencia y la francesa, es la única que cuenta con esta distinción. Mientras, la farmacéutica irlandesa ha sido noticia por cerrar la adquisición de Baxalta, lo que blinda su recomendación de compra y su exposición al Brexit, ya que concentrará el 70 por ciento de su negocio en EEUU. Finalmente, Engie cuenta con la mejor recomendación entre las eléctricas.