
El viernes se cumple un mes del comienzo de la mayor reforma que se ha puesto en marcha en la bolsa española para modificar la infraestructura que hay detrás de una operación después de que se crucen las órdenes. Tras una década gestándose, esta profunda transformación tenía dos objetivos fundamentales, el primero, la homogenización con otros países europeos y, el segundo, abaratar los costes de liquidación (esto es el paso final, en el que una parte recibe las acciones y la otra, el efectivo). Sin embargo, los cambios están provocando que los costes para las entidades aumenten, al menos en los primeros años, hasta el punto de que puede poner contra las cuerdas a muchos brókeres pequeños, independientes de los grandes bancos.
"A pesar de que técnicamente no son los más afectados, en la capacidad de generar ingresos los brókeres son los más perjudicados porque tienen que trabajar de forma distinta con sus clientes", apuntan en Cecabank. La clave está en los costes que deberán asumir y en cómo los repercutan al cliente.
"Para hacerse una idea, algunas de las tarifas de las infraestructuras de liquidación (Iberclear y BME Clearing) han crecido por encima del 200 % frente a la foto previa", señalan en Cecabank. Esta subida no implica un aumento del margen, sino que se explica porque se ha creado una cámara de contrapartida central que no existía y se han complicado las estructuras, lo que supone mayores costes.
Esta subida no afectaría en la misma medida a todas las entidades, sino que depende de cada modelo de negocio y de cada modelo de cliente. Por ejemplo, no es lo mismo realizar operaciones diarias que tener clientes que tienen acciones durante años. Desde Cecabank aclaran que este aumento del coste del 200% no impacta igual a todas las entidades financieras y brókeres, ya que determinados costes recaen sobre las firmas que solo tienen el proceso de ejecución y otros sobre el liquidador y custodio.
Para entender de dónde vienen algunos de los aumentos de costes, uno de los pilares de esta reforma es que se crea esa cámara de contrapartida central que obligará a las entidades a un nivel de garantías más exigente. "Con la reforma, los brókeres se instalan en un modelo donde el volumen de garantías aumenta significativamente y, por otra parte, donde ya no puede haber un modelo de avales, sino que todo será en cash", desgranan en Cecabank.
¿Y por qué esas garantías? Porque son un seguro por si las operaciones no llegan a liquidarse, explican en la entidad. Esto antes era literalmente imposible en la bolsa española, debido a cómo estaba diseñado el sistema. Pero la nueva reforma deja menos protegido a los inversores, ya que ahora sí habrá operaciones fallidas -según fuentes del sector llegaron al 20 % los primeros días y ahora están en torno al 2%-.
Las entidades, además, ahora tendrán que elegir cómo liquidar las operaciones. Hay dos formas: a través de la cámara o de manera bilateral. Sin entrar en detalle, ¿qué implica cada una? En el primero caso, la obligación de poner garantías la tiene el custodio y en la segunda, la pone el bróker, que es quien la liquida. El cliente minoritario no elige la fórmula, pero el gran inversor sí puede hacerlo y el internacional se decanta más por la segunda al ser más común en otros mercados.
¿Abocados a desaparecer?
Los mayores costes tendrán una clara consecuencia. "Los brókeres deberían intentar trasladarlos al cliente, lo que les pone en una situación de dificultad, porque puede haber otras entidades que no tengan que hacerlo", destacan desde Cecabank. Esto tendría dos salidas: que sean capaces de repercutir esos mayores costes y todo se mantenga igual o que algunos independientes tengan que desaparecer. No hay que olvidar que esos pequeños brókeres suelen ser más agresivos, presionando al resto.
Otra de las consecuencias es que "las entidades no especializadas en la custodia y la liquidación se verán abocadas a ceder este servicio porque no sean capaces de llegar a un equilibrio entre costes y capacidad de cobrárselos al cliente", señalan en Cecabank. Los grandes beneficiados serían de esta forma las firmas especializadas.