
La relación entre Alphabet, la matriz de la compañía antes conocida como Google, y la Comisión Europea muestra diferencias irreconciliables que pasarán factura a la compañía de Mountain View, California. En los mentiremos de Bruselas ya se ha filtrado información que apuntan a una multa récord contra la empresa fundada por Larry Page y Sergei Brin, que a día de hoy cuenta con dos acusaciones antimonopolio oficiales en el Viejo Continente.
La Comisión Europea considera que Google favorece "sistemáticamente" y "artificialmente" su servicio de compras Google Shopping en las búsquedas generales sin prestar atención a si es el resultado más relevante, una conducta que practica desde 2008 y que puede suponer un "abuso de dominio". Un hecho que según el diario británico The Sunday Telegraph podría costarle a la estadounidense una multa histórica de 3.000 millones de euros (3.400 millones de dólares).
Una cifra considerable, que sobrepasa los 1.100 millones de dólares desembolsados por el fabricante de microchips Intel en 2009, al que se penalizó por abuso de posición dominante en el mercado. La CE quiere triplicar dicha cantidad con Google tras tres intentos fallidos de conseguir un compromiso por parte de la dirección de la compañía. Recordemos que en los casos antimonopolio, la Comisión puede penalizar a las empresas con un importe de hasta el 10% de sus ventas anuales, que en el caso de Google supondría una sanción máxima de más de 6.000 millones de euros.
Aunque varias fuentes comunitarias aseguraron hace un mes a la agencia Reuters que la Comisión seguía interesada en lograr gestos por parte del buscador para favorecer la competencia, la paciencia de los reguladores europeos parece haber llegado a su fin. Según las fuentes citadas por el Telegraph, el ejecutivo comunitario tiene previsto anunciar la multa a partir del próximo mes, pero el proyecto de sanción aún no se habría concluido.
Pero esta larga disputa, que dura ya varios años, se aderezó con otra investigación, que culminó en cargos formales, donde la Comisión acusó a Google de haber vulnerado algunos preceptos de la normativa antimonopolio de la Unión Europea, al abusar de su posición dominante mediante la imposición de restricciones a los fabricantes de dispositivos Android y operadores de redes móviles. Según la CE, la compañía ha aplicado una serie de estrategias en sus dispositivos móviles que favorecen a su buscador por encima del de la competencia en Android.
"Las prácticas significan que el buscador de Google está preinstalado y configurado como predeterminado o exclusivo en la mayoría de los dispositivos Android que se venden en Europa", dio a conocer la Unión Europea a través de su órgano ejecutivo el pasado mes de abril. "También parecen perjudicar a los consumidores por sofocar la competencia y restringir la innovación en el móvil en sentido amplio", agregó el comunicado donde se doblegaban los cargos contra Google, tras considerar que la empresa realmente incurre en acciones que perjudican a los clientes y que no favorecen la libre competencia.
Pero a estos dos frentes podría sumarse uno más. La comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager y su equipo están revisando los servicios de publicidad de Google y esperan anunciar sus conclusiones lo antes posible, según informa Bloomberg. La agencia se hizo eco de unas declaraciones realizadas por Vestager en un evento que tuvo lugar en Bruselas, donde la comisaria dijo que "espera cerrar el caso o presentar pronto una conclusión preliminar". Esta investigación en relación con AdWords podría hacer mucho más daño en los ingresos de la compañía que cualquiera de los otros dos caso ya en marcha. El servicio de publicidad bajo escrutinio de los reguladores europeos, que ofrece promociones junto con las búsquedas realizadas por un usuario, es uno de los motores de ventas de Google. En el conjunto de 2015, casi todos los ingresos de 74.500 millones de dólares acumulados por la compañía procedían de sus operaciones publicitarias.
La CE ya inició una investigación sobre AdWords en 2010 pero ésta fue suspendida durante algún tiempo hasta que Vestager volvió a reabrirla a comienzos de este año. El portavoz de Google, Al Verney, no quiso hacer declaraciones al respecto al ser contactado por Bloomberg, en un momento en que otras operaciones de la compañía, como los resultados de sus búsquedas en lo que viajes y mapas se refiere, también están siendo examinadas. Estos casos tienen "una prioridad muy elevada" porque cuentan con un efecto directo sobre el desarrollo del mercados y pone en riesgo la innovación.
"Las búsquedas de Google dominan el 60% de la cuota de mercado mundial y ninguno de sus competidores directos alcanza ni siquiera el 10% de cuota de mercado", explica Neil Macker, analista de Morningstar, quien estima que la posición dominante continuará ya que Google "no perderá más de 3 o 5 puntos de cuota de mercado en los próximos años". Aún así, indica que Alphabet, la matriz de Google, depende enormemente de las búsquedas de internet como fuente de ingresos, ya que el 80% de los ingresos netos proceden de esta actividad. Una fuente de ingresos que podría verse perturbada por el azote de los reguladores europeos.