Desde 2012 lleva activo el caso. En ese momento, un jurado determinó que Google había violado los derechos de autor, provocando una serie de apelaciones que terminaron en 2014 con una decisión que revertía el veredicto original encaminándose a este nuevo juicio. Oracle, mantiene en pie una denuncia valorada en 9.000 millones.
Si al final el fallo da la razón a Oracle (ORCL.NQ)y la recientemente renombrada como Alphabet (GOOGL.NQ)tiene que hacer frente al pago de 9.000 millones, esta cifra significaría el 12,7% de los ingresos estimados para el presente ejercicio: 71.022 millones de dólares.
Igualmente, si en vez de los ingresos, tenemos en cuenta el beneficio proyectado para 2016 por el consenso de mercado que recoge FactSet, 23.555 millones de dólares, que Oracle gane el juicio sería una noticia todavía peor para la firma de Mountain View ya que el pago significaría un 38,2% de sus ganancias.
Los inversores se están tomando con optimismo la noticia del contencioso entre ambas compañías y Alphabet suma en la semana del juicio más de un 1,4% mientras que Oracle hace lo propio por encima del 1%.
Según declaraciones de las que se ha hecho eco Reuters, Mike Bailey, director de investigaciones de FBB Capital Partners, señala que ni siquiera una gran sentencia en favor de Oracle tendría mucho impacto en los inversores ya que sería un cargo por una única vez.
El litigio entre las tecnológicas deriva de que Oracle sostiene que Google robó parte de su código Java protegido por la ley de derechos de autor para desarrollar su sistema operativo Android, utilizado por la mayoría de teléfonos móviles del mundo y por los que está ingresando miles de millones de dólares.
Sin embargo, Alphabet indica que, amparándose en el uso justo que estipula la ley de derechos de autor que permite usar material protegido siempre que se emplee para desarrollar algo innovador, obró de forma lícita. Su presidente ejecutivo, Eric Schmidt, ha asegurado que creía que su empresa podía usar libremente Java porque él personalmente dio a conocer el lenguaje de programación en 1995 cuando era un alto ejecutivo de Sun Microsystems, la firma que lo inventó y fue posteriormente adquirida por Oracle.