
Warner quiere su trozo de tarta en el lucrativo negocio de las adaptaciones cinematográficas. Aunque su gran rival, Marvel de Disney, le saca una gran ventaja en cuanto a la explotación de personajes fantásticos, los expertos valoran más positivamente a la propietaria de Warner Bros.
Unos 250 millones de dólares de coste de producción y más de 700 millones de recaudación en poco más de dos semanas. Estas son las cifras que presenta Batman vs Superman: El amanecer de la Justicia, la nueva película de superhéroes de DC Cómics, propiedad de Time Warner a través de su productora Warner Bros. Este ha sido el pistoletazo de salida de la compañía estadounidense en lo que será la guerra de las adaptaciones cinematográficas de cómics y en la que el principal rival a batir es Marvel de Disney.
Esta última ha creado varios de los superhéroes más conocidos del mundo como Capitán América, Iron Man o Hulk. En 1996, la compañía vivió una profunda crisis que le llevó al borde de la quiebra, pero en 2009 Walt Disney, cartera en mano, se hizo con Marvel Entertainment por más de 4.000 millones de dólares y, desde entonces, la casa de Mickey Mouse ha rentabilizado como nadie la fama de estos personajes.
De hecho, según datos de The Box Office, desde 2012, el grupo se ha hecho con casi 6.800 millones de dólares sólo con películas de superhéroes. Es por ello que de cara a los próximos años Marvel quiere seguir sacando partido a este lucrativo negocio. Así, a finales de abril verá la luz Capitán America: Civil War que contará con la participación de Spider-Man (actualmente sus derechos cinematográficos pertenecen a Sony). Del mismo modo, para 2017 participará mano a mano con Sony en la nueva entrega del hombre araña.
Sin embargo, Warner no quiere perderse su parte del pastel y también ha preparado un calendario de lo más ambicioso. Tanto como diez películas hasta 2020 con las historias de personajes como Wonder Woman, Aquaman o The Flash. A la espera de ver cómo se desarrollará esta batalla, los expertos ya tienen un ganador, al menos en bolsa. En este sentido, es Time Warner la que se lleva el gato al agua: no sólo luce una recomendación de compra frente al mantener que tienen los títulos de Disney, sino que, además, el mercado prevé que la mejora del beneficio que experimentará Warner hasta 2019 será 10,5 puntos porcentuales superior a la de su rival.
"Creemos que Warner Bros tiene una lista extensa de películas con potencial para ser franquicias multimillonarias", indican desde Albert Fried & Company. Una cuestión más que relevante si se tiene en cuenta que en 2015 el 44,5% de los ingresos de Time Warner dependió de la productora.
A este respecto, según las estimaciones la casa de Batman obtendrá unas ganancias superiores a los 4.200 millones de dólares en 2016, lo que supondría registrar un nuevo récord. Además, cotiza más barata por PER (veces que el precio de la acción recoge el beneficio) que Disney, o lo que es lo mismo, para recuperar la inversión sólo vía beneficios el accionista necesitaría 13,9 años frente a los 16,7 de Disney.
"Creemos que las acciones son muy atractivas en los niveles actuales. Sigue siendo uno de nuestros valores favoritos a largo plazo en el universo de los medios, con un contenido de gran valor, por encima de la media", señalan desde JP Morgan. Aunque en el año sus títulos ya han escalado más de un 12%, los expertos creen que todavía pueden avanzar cerca de un 11%.
¿Hacia dónde va Disney?
Si bien es cierto que Time Warner aparece mejor en la foto ante el mercado, Disney tampoco sale tan mal parada. Tiene en su haber la película de superhéroes más taquillera de la historia: Los Vengadores, que recaudó más de 1.500 millones de dólares. En su caso, los expertos esperan un crecimiento del beneficio del 13,5% durante los próximos años, mientras que para 2016 le auguran más de 11.000 millones de dólares que, como en el caso de Time Warner, también supondría un nuevo récord.
No obstante, las últimas noticias que se han conocido sobre la compañía han generado cierta incertidumbre entre los inversores. Y es que el actual director de operaciones, Tom Staggs, ha anunciado que dejará su cargo este mes y la compañía a finales de año. Staggs, que ha estado en las filas de Disney desde 1990, era el candidato que tenía más papeletas para suceder al consejero delegado, Robert A. Iger, que dejará su cargo dentro de dos años.
"Es algo sorprendente e inesperado, especialmente teniendo en cuenta el cuidado que Disney y su Consejo habían tenido en el proceso de sucesión, aparentemente para evitar este tipo de interrupción", explican desde Nomura. De momento, las acciones del grupo cosechan unas pérdidas de más del 8 por ciento en el año. Eso sí, el mercado espera que en los próximos 12 meses avancen cerca de un 15%.