
Como es costumbre en la gestora privada de bonos, Pimco, sus expertos suelen convocar periódicamente un foro para determinar el avance cíclico de la economía mundial. En su último encuentro, celebrado a comienzos de marzo, la de Newport Beach, California, descartó que la economía mundial vaya a enfrentarse a una recesión en los próximos seis a doce meses. Buenas noticias que llegan en un momento de incertidumbre económica, financiera y política. En estos menesteres, los expertos de Pimco observan tres factores clave que dictarán el futuro a corto plazo: China, las materias primas y los bancos centrales (lo que bautizan como las 3 C´s por sus siglas en inglés).
En lo que se refiere al gigante asiático, el escenario base que plantean desde la gestora incluye una devaluación ordenada del yuan de hasta el 7% en su cruce con el dólar durante el próximo año. Una situación que estará respaldada por una continua intervención en el mercado de divisas y controles de capital más específicos. La reciente estabilidad del billete verde en su cambio con el euro o el yen ofrecerán algo de alivio al Banco Popular de China y su cesta de divisas.
Dicho esto, las salidas de capitales son la clave que permitirán determinar la marcha de la segunda mayor economía del mundo. Al respecto Pimco plantea dos tesis. La primera indica que las fugas de los últimos meses han estado influenciadas por la necesidad de las compañía chinas de cubrir sus pasivos denominados en dólares, un hecho que debería estabilizarse si tenemos en cuenta la calma relativa de la divisa estadounidense desde comienzos de año.
Sin embargo, existe otro enfoque. La presión de los inversores chinos de invertir en activos chinos ha despertado un ansia de estos por diversificar sus portafolio, en un momento en que se comienza a liberalizar el mercado. Este hecho indica que las fugas de los últimos meses son sólo el principio de una nueva tendencia en la que los más de 3 billones de dólares en reservas que blindan a la economía china "podrían agotarse relativamente pronto".
Por otro lado, los especialistas de Pimco observan que el crudo ha tocado fondo y debería alcanzar los 50 dólares a lo largo del año, aunque no descartan que a corto plazo el barril vuelva a caer por debajo de los 30 dólares. Desde su punto de vista, el abaratamiento de los precios ha impulsado la demanda a medida que se intenta ajustar la oferta. Para finalizar, y en lo que a los bancos centrales se refiere, los expertos de la gestora consideran que los esfuerzos del Banco de Japón y el Banco Central Europeo si se aplican correctamente apoyarán un repunte en los precios de los activos, impulsarán el crecimiento económico así como la inflación.