
El Ibex 35 cayó el 11 de febrero hasta los 7.746 puntos y junto a otros índices mundiales tocó cotas no vistas en meses y años. Aunque la caída de las bolsas ha sido fuerte, muchos economistas aseguran que no existen fundamentos económicos para tanto pesimismo en los mercados financieros. El miedo y el pánico se han instaurado en los mercados e impide que las bolsas se acerquen a los máximos de principios de 2015. ¿A qué tienen miedo las bolsas?
Los expertos de UBS sostienen que la sobrerreacción de los mercados es el reflejo de una combinación de preocupaciones importantes, pero que sin embargo no parecen motivo suficiente para suponer un lastre tan importante para las bolsas europeas.
El sector financiero está conduciendo a las bolsas europeas hacia el rojo. La llegada, y parece que no por poco tiempo, de los tipos de depósito negativos está creando incertidumbres en el sector bancario. Los tipos negativos son una novedad, se desconoce cuál va a ser el desenlace de la película, pero por el momento los tipos negativos cuestan dinero a los bancos, que tienen que pagar al banco central por guardar el dinero en la facilidad de depósito y por en exceso de reservas.
¿Se ha quedado sin munición el BCE?
Por otro lado, los economistas de UBS creen que "el Banco Central Europeo carece de herramientas eficaces para ayudar a la Eurozona a superar el lentro crecimiento y los problemas estructurales... Además, Europa está más expuesta de lo que pensaba a los riesgos externos, China, los mercados emergentes o EEUU", son algunos de las regiones que pueden lastrar el crecimiento en la Eurozona.
"Las oleadas de ventas en los mercados de acciones están infligiendo un daño superior al esperado en la actividad económica, derivado de la perdida de confianza y el efecto riqueza". Los economistas argumentan que cuando la riqueza de las familias cae (por ejemplo por un descenso de sus acciones, bonos o vivienda) desciende la propensión a consumir de las mismas.
Por último, pero no menos importante: "Los políticos europeos están destruyendo la confianza en la economía", sentencia el documento de UBS. "Los riesgos exteriores y políticos no son nuevos, mientras que los relacionados con el efecto riqueza y la confianza se repiten a lo largo de la historia, por lo que no deberían suponer una nueva preocupación".
"Sin embargo, las preocupaciones relacionadas con el sector bancario y los bancos centrales son más complicadas de evaluar, y desde nuestro punto de vista son potencialmente más dañinas que las anteriores", aseguran los economistas de la entidad suiza.
Para concluir, los expertos de UBS creen que "los mercados parecen haber adoptado una visión más negativa que la nuestra sobre los problemas del sector financiero y sus posibles consecuencias sobre los canales crediticios. Los mercados también parecen estar sospechando que el BCE se está quedando sin opciones para reactivar la economía... Sin embargo, el BCE aún puede cambiar su política y ampliar sus compras de activos, incluyendo los bonos corporativos (también los de los bancos), lo que sería un gran pasado para los mercados y el propio BCE".