
La fragmentación del Congreso constatada el pasado domingo, tras conocerse el resultado de las elecciones generales, ha elevado la incertidumbre política en España y ha propiciado el mayor repunte semanal del bono desde la crisis griega. La rentabilidad de la deuda a 10 años se ha elevado un 17,75% por ciento desde el pasado viernes y roza el 2%.
El bono español a 10 años no se acercaba a esta rentabilidad desde septiembre, lo que ha llevado a la prima de riesgo a elevarse más de 14 puntos este mismo jueves, hasta los casi 135 enteros. Un nivel que aun queda lejos de los 162 puntos básicos hasta los que escaló el riesgo país durante la crisis griega. A comienzos de junio, la rentabilidad del bono español llegó a subir más de un 20% en siete días.
"El resultado de las elecciones generales ha aumentado la incertidumbre política y planteado dudas sobre la capacidad y la voluntad del nuevo Gobierno de continuar con las reformas estructurales y la consolidación fiscal, lo que es negativo para la solvencia del país", advertía Moody's en un informe publicado el martes. Hasta ahora, las incertidumbres que adelantaba la agencia de calificación crediticia sí se habían dejado notar en la bolsa, sobre todo, durante la sesión del lunes, pero habían pasado más desapercibidas en la renta fija, que cuenta con el respaldo de las compras del Banco Central Europeo.
La mayoría de los expertos apuntaban a comienzos de semana que el programa del BCE -"que recae en más de un 12% sobre nuestro país", recuerda Felipe López-Gálvez, de Self Bank,- era el que había sujetado a la renta fija y el motivo que había rebajado la tensión sobre la prima de riesgo, que aunque llegó a repuntar en 15 puntos básicos, cerró el lunes ocho enteros por encima del nivel del viernes preelectoral y el martes solo cinco más arriba, después de relajarse hasta los 119.
Pero la imposibilidad de formar Gobierno se mantiene y la rentabilidad del bono ha cerrado rozando el 2%. Eso sí, lejos todavía del interés del 2,4% al que llegó durante la crisis griega y muchos más del Apocalipsis de la primavera de 2012, cuando alcanzó el 7,6%.
"La situación en cuanto a la deuda podría recrudecerse si continúa la incertidumbre en cuanto a la formación de gobierno y, sobre todo, si cobra auge una coalición de izquierdas, ya que los mercados lo podrían interpretar como una situación de cambios económicos", explica José Luis Herrera, analista de CMC Markets, con quien coincide Daniel Pingarrón, de IG, que concreta como elemento desfavorable "la formación de un Gobierno tutelado por Podemos" o "una coalición de varios partidos de izquierdas y/o separatistas que provocasen una transformación estructural del Estado", añade Felipe López- Gálvez.
Sobre esta cuestión, el analista de Self Bank aclara que "ninguno de los partidos políticos (ni los más radicales) habla de un impago de la deuda, como sí sucedía, por ejemplo, en Grecia". "No estamos ante el mismo escenario. En primer lugar, porque el país heleno necesitaba dinero europeo. En segundo lugar, porque se habló incluso de la salida del país del euro", añade José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi, quien concluye que "en España, la economía crece con fuerza, tiene acceso a la financiación del mercado y hay presupuesto. El escenario actual es simplemente un proceso de negociación política".