
Las perspectivas de la banca de inversión se inclinan por acciones de la zona euro y Japón en menoscabo de EEUU y alertan de volatilidad en renta fija
La transición de 2015 a 2016 no está siendo un paseo tranquilo en todos los mercados. El mejor ejemplo es la incertidumbre política que sufre la bolsa española ante la dificultad de formar Gobierno con los resultados de las elecciones del 20-D. Sin perder de vista este nuevo frente en España, los bancos de inversión señalan a la renta variable, en general, y a la europea, en particular, como el activo que mejor puede comportarse el próximo año en el mundo de la inversión. La deuda, sin embargo, será sinónimo de riesgo y volatilidad, requiriendo una selección muy precisa, y las divisas seguirán moviéndose al son de las políticas monetarias de los grandes bancos centrales, pero sin vivir un año como el que acaba.
El mundo continuará avanzando a velocidades dispares en 2016. Pero las expectativas para los mercados desarrollados han ganado atractivo: "Las perspectivas de crecimiento económico en 2016, especialmente en el mundo desarrollado, son considerablemente más saludables que a comienzos de 2015, lo que crea un trasfondo positivo para las bolsas", opinan los expertos de Fidelity International. Si hay que decantarse por mercados, en UBS creen que "en este mundo en transición" hay que sobreponderar "las acciones frente a los bonos", una opinión generalizada entre los bancos de inversión. "Nuestras regiones predilectas son la zona euro y Japón, siendo prudentes en el Reino Unido", eligen desde la firma suiza. Otras casas de análisis comparten su preferencia por acciones europeas.
El crecimiento económico no es suficiente, ya que el mercado espera que esta vez tenga un reflejo real en las compañías. "El ciclo empresarial será determinante para que los activos de riesgo sigan registrando ganancias el próximo año", señalan desde BlackRock. La mejora de las ganancias de las empresas es básico para que los analistas opten por el Viejo Continente. "El panorama de beneficios en 2016 se presenta más positivo en Europa que en EEUU, en el EuroStoxx los márgenes aún tienen recorrido hasta su nivel potencial", indican en Ahorro Corporación.
En Goldman Sachs prevén que "el crecimiento de los beneficios en Europa es probable que sea de un 8 por ciento en 2016 y del 10 por ciento en 2017, con el apoyo de la debilidad del euro y un mejor crecimiento del PIB nacional y mundial". El consumo debería ser el principal catalizador para las economías el próximo año, de ahí que desde otras entidades como HSBC apunten a que "los sectores con un sesgo nacional y sensible a un repunte en la actividad doméstica tenderán a obtener mejores resultados".
Si EEUU no está entre los mercados favoritos de los expertos es porque opinan que queda poco recorrido en comparación con otras regiones, al esperar rentabilidades en el entorno del 5 por ciento. Algo más de rentabilidad prevén desde BofAML, donde ven al S&P 500 en los 2.200 a finales del próximo año, "empezando una lenta trayectoria hacia los 3.500 en 10 años". En la mayoría de casos, los analistas atisban algunos riesgos, incluyendo la incertidumbre que también sobrevolará con las elecciones presidenciales de noviembre. Desde Henderson Global Investors señalan que, aunque "2016 tiene un sesgo optimista, los inversores deben mantener cautela sobre la tendencia monetaria en EEUU y estar alerta ante un posible susto en la inflación".
En cambio, en España los bancos de inversión prevén un potencial alcista mucho más amplio, cercano al 18 por ciento para el Ibex 35, el más elevado de Europa, pese a que los primeros meses del año pueden estar repletos de volatilidad en función de si el escenario permite la elección de un presidente que guste a la bolsa o si serán necesarios nuevos comicios. El avance previsto para el próximo año situaría al índice holgadamente por encima de los 11.000 puntos. Incluso hay firmas más optimistas. Desde BNP Paribas Personal Investors estiman que "para 2016, teniendo en cuenta PIB y las primas de riesgo (de España y Latinoamérica), el objetivo del Ibex 35 se situaría en los 11.500 puntos". Estas subidas deberían estar respaldadas, también en este caso, por las mejoras de beneficio. Las compañías del Ibex podrían ganar casi un 10 por ciento más en 2016, según las estimaciones del consenso de mercado que recoge FactSet. Sin olvidar, además, que el Ibex sigue ofreciendo la rentabilidad por dividendo más interesante.
Para los mercados emergentes, las perspetivas también son más favorables de cara a 2016, después de un año en el que la crisis de China puso la última estocada al frenazo en el crecimiento. Al menos, podrían haber tocado suelo. "En los emergentes, el panorama sigue siendo variopinto. Se espera un modesto aumento del crecimiento, favorecido por un repunte de los mercados desarrollados y cierta estabilización de los países que más contracciones experimentaron en 2015", consideran los expertos de Pioneer Investments. "Con respecto a China, no esperamos una contracción. La actividad económica del gigante asiático muestra signos adicionales de estabilización", añaden desde la firma. Fuera de los emergentes, Japón también se ha visto golpeado este año, pero algunos analistas son más optimistas respecto a 2016, ya que el país podría retomar la senda del crecimiento y se espera que las empresas se vuelquen más con los accionistas mediante retribuciones.
Más volatilidad en renta fija
Los grandes bancos centrales volverán a acaparar protagonismo en 2016, ya que mientras la Reserva Federal irá reduciendo su política expansiva, al iniciar ya este mes de diciembre la subida de tipos en EEUU para alzarlos hasta el 1,5 el próximo año, el BCE mantendrá los estímulos con su programa de compras de deuda hasta marzo de 2017. En esta divergencia, muchos analistas alertan de que la deuda puede sufrir en 2016 incluso más volatilidad que este año.
Aunque los bonos soberanos de la zona euro seguirán bajo el paraguas de las compras del BCE, los bancos de inversión no ven gran recorrido y optan por la deuda corporativa, con alternativas puntuales y, sobre todo, siendo selectivos. No obstante, puestos a elegir, en soberanos se quedan con periféricos. En España, en concreto, si "vemos un Gobierno que siga con la gran tendencia económica del resto de Europa podríamos ver la rentabilidad del bono español a 10 años por debajo del 1,5 por ciento con 60-80 puntos básicos de prima de riesgo", opinan en Banca March.
En general, habrá que vigilar con especial atención el ritmo en las subidas de tipos, cómo avance la inflación, sin olvidarse de la probabilidad de impago de las empresas. Algunas de las opciones más repetidas son los bonos con cupones flotantes y los ligados a la inflación, para beneficiarse de las alzas de tipos en EEUU. En general, "la renta fija privada con grado de inversión estadounidense tiene un rendimiento esperado mejor que la de otros mercados desarrollados", opinan desde UBP. Para la deuda de alta rentabilidad (high yield), los expertos recomiendan ser muy muy selectivos.
Qué esperar en otros activos
Las políticas monetarias de los grandes bancos centrales marcarán, además, el devenir de las divisas. No hay una coincidencia clara, porque algunos expertos ven un euro más caro frente al billete verde, situándolo en una zona de hasta 1,15 dólares, aunque son más los que prevén una subida de la divisa estadounidense viendo a la moneda europea incluso en 0,9 dólares.
Tras el desplome histórico del petróleo, los expertos esperan que se mantenga en niveles bajos, aunque algunas firmas lo sitúan claramente por encima de los 50 dólares, desde los 37 dólares actuales. ¿Y qué esperar de otros activos? "En el oro seguimos siendo bajistas y esperamos una perspectiva difícil para los metales industriales", afirman desde Deutsche Bank.