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Japón rematará el 'sudoku' alcista este mes

Su vinculación y proximidad a China, la relativa fortaleza del yen, y unos datos 'macro' que muestran debilidad son los principales motivos bajo los que se escudará el Banco de Japón para ampliar sus estímulos en la próxima reunión del 30 de octubre, según los expertos. Este será el principal motor del rally de fin de año, pero no el único. Japón es una de las regiones con mayor recorrido.

La economía japonesa se recupera tras tres años de fuertes medidas monetarias, fiscales y reformas estructurales llevadas a cabo por el Gobierno de Shinzo Abe, un estilo de gobernar que se ha ganado un nombre propio: "Abenomics". Una batería de medidas que están consiguiendo "desjaponizar Japón". Los datos son reveladores: el consumo se sitúa en tasas de crecimiento del 2,9 por ciento y el mercado laboral está fuerte con una tasa de paro del 3,4 por ciento -el nivel más bajo desde los años 90- y se empieza a observar cierta presión al alza de la inflación salarial. "Lo más llamativo son las reformas estructurales que el Gobierno está poniendo en marcha en materia de agricultura, energía, gobierno corporativo, competitividad, acceso de la mujer a la fuerza laboral, reducción de tasas impositivas a sociedades y recientemente el acuerdo de libre comercio entre EEUU y once regiones de Asia Pacífico. "Todo ello, está transformando Japón desde la base", recuerda Juan Suárez, director de Inversiones de A&G. Sin embargo, no todo son buenas noticias. Sobre el mercado nipón pesa la rebaja de rating del país por parte de la agencia calificadora S&P y algunos datos macro, como el índice Tanka, el indicador de confianza empresarial emporó en el tercer trimestre del año frente a trimestres anteriores. El culpable de este deterioro no es otro que la desaceleración de la economía China. Y es que Japón es su principal socio comercial -el 20 por ciento de sus exportaciones tienen como destino el gigante asiático-. Por todo ello, el mercado descuenta un movimiento por parte del Banco Central Nipón para ganarse de nuevo la credibilidad del mercado y devaluar el yen. De acuerdo con una encuesta de Bloomberg, 17 de los 36 economistas que conforman el consenso esperan que el Banco de Japón se mueva en la próxima reunión del 30 de octubre, frente a los 13 que lo esperaban el mes pasado. Dos acontecimientos han inclinado la balanza; la caída en la producción industrial, lo que desató la probabilidad de que Japón entrará en recesión técnica y la inflación, que volvió en agosto a terreno negativo, por primera vez desde abril de 2013.

"La situación en China podría empeorar de cara al próximo ejercicio, no hay más tiempo que perder. El Banco de Japón debe actuar", comenta José Luis Martínez Campuzano, de Citigroup. Pero ¿qué opciones maneja el Banco de Japón para salir del oscuro tunél inflacionista? Según los analistas las alternativas que están encima de la mesa son tres: ampliar el alcance de la compra masiva de deuda (por encima de los 80 billones de dólares actuales), comprar valores a más largo plazo -como ya hizo la Reserva Federal de EEUU a través de la Operación Twist-, o aumentar la comprar de ETFs indexados al Nikkei. "Creemos que el Banco de Japón va a hacer más de lo mismo "aumentar el ritmo de las compras y la compra de más ETFs" asegura Alexis Ortega, de Finagentes Gestión. Entretanto, los expertos de Barclays apuntan a un aumento del ritmo anual de expansión de la base monetaria hasta los 100-110 billones de dólares.

Japón, 'más madera'

La ampliación de los estímulos son la principal esperanza para el rally de final de año, pero hay más motivos para apostar por el país ."En la actualidad, no se puede ignorar a Japón. Puede incorporarse a las carteras en mayor o menor medida pero hay que tenerlo en cuenta a la hora de plantear una estrategia de renta variable global", recuerda Juan Suaréz. Y es que a pesar de que el escenario está lleno de incertidumbres, los expertos apenas han revisado sus estimaciones de beneficio para 2016 lo que convierte a Japón en una opción interesante de inversión. Desde Aberdeen, Ana Guzmán explica: "Apostamos por la renta variable con un alto foco en calidad y adecuada selección evitando ciertos sectores como el financiero". Por valoración, la bolsa de Japón se mantiene atractiva a pesar del aumento de más de más del cien por cien en tres años y un 50 por ciento desde abril de 2013, coincidiendo con el comienzo del Abenomics. "Con un Per de 13 veces y un ratio de valor en los libros de 1,2 veces, los precios de las acciones no parecen reflejar totalmente la dinámica positiva de los beneficios", comenta Fabrizio Quirighetti, responsable de multiactivos y renta fija de SYZ Asset Management. Con todo, el Nikkei presenta un potencial de revalorización a un año cercano al por 20 por ciento ciento, hasta los 21.441 puntos desde los niveles actuales, según datos de Bloomberg. Los beneficios empresariales serán el principal catalizador del mercado. "Esperamos un incremento medio del 16 por ciento de los ingresos para 2016", comenta Suárez.

Así, la opción más segura para invertir en la región son los fondos con cobertura de divisa para cubrirse frente a las fluctuaciones del yen, accesibles al minorista (con una inversión mínima de 1.500 euros) e historia de largo plazo. Entre las mejores apuestas se cuelan cuatro fondos: Schroder ISF Japanese Equity, GlobalAccess Japan de Barclays, Eurizon EasyFund Equity Japan, LO Funds-Alpha Japan o Uni-Global Equities Japan de Unigestión.

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