
La industria postuló a los fondos mixtos como la gran alternativa al depósito, por eso de que permiten combinar bolsa y renta fija en función de la aversión al riesgo del partícipe. Con el viento del mercado a favor, los más conservadores se lanzaron a invertir en un producto que, ahora, con la bolsa cediendo un 8,2% en agosto y el bono ocasionando pérdidas en las carteras del 1,6%, se dejan de media un 3,27%, según los datos provisionales de agosto publicados por Inverco. A más largo plazo, desde que comenzase la corrección bursátil, en abril, la fotografía es aún peor. Desde entonces, los mixtos acumulan pérdidas medias en cartera de casi un 5%, según datos de Morningstar.
Desde que el mercado empezase a virar, primero por Grecia y después por China, el rendimiento de estos vehículos se ha resentido hasta el punto de que el 98% de ellos pierde dinero en el último mes. De todos, en agosto, los más perjudicados por la volatilidad han sido los que dedican mayor patrimonio a invertir en bolsa, ya que según el avance de Inverco los mixtos de renta variable, donde han entrado 355 millones de euros en agosto, ceden un 4,19% en este periodo, mientras que en el año su rentabilidad se mantiene plana (suben un 0,04%).
Sin embargo, para muchos la sorpresa -negativa en este caso- habrá llegado a través de los mixtos de renta fija, que pese a todo en agosto volvieron a acaparar las mayores suscripciones netas en fondos. A ellos fueron a parar otros 673 millones de euros y acumulan ya entradas de dinero por valor de 19.738 millones en lo que va de año (en ninguna otra categoría ha entrado tanto dinero este ejercicio). Más que nada porque, desde que acabara la guerra del depósito, en diciembre de 2012, se han convertido en el destino favorito del dinero más conservador -los fondos puros de renta fija, garantizados y de gestión pasiva sufrieron reembolsos netos en agosto-. Sin embargo, el mismo dinero que buscó en un mixto de renta fija una altenativa segura -o menos volátil que la bolsa-, ahora asume pérdidas del 2,35% en el último mes, lejos de las ganancias que arrojaban en los años gloriosos de la deuda. A dos años vista, los mixtos en general se apuntan rendimientos medios del 6% anualizado, según Morningstar, y a tres años, del 5,6%.
Sin embargo, el actual no es un bache puntual. El repunte inesperado que la deuda europea empezó a registrar entre abril y mayo ha pillado con el pie cambiado a muchos gestores, hasta el punto de que en el acumulado del ejercicio los mixtos de renta fija se anotan leves pérdidas del 0,29%. En este periodo, como referencia, el interés del bono español a una década ha escalado del 1,61 al 2,12%, lejos de los mínimos de marzo en el 1,145%, a la espera de la volatilidad que puedan introducir las próximas elecciones en Grecia y Cataluña.
Una minoría en positivo
En este contexto de turbulencias en los mercados, solo un 1,7% de los mixtos que se venden en España aguanta en positivo en el último mes, según Morningstar. Y lo hacen con ganancias medias del 1,13%. Aunque ver sus resultados a corto plazo va en contra de la filosofía de los fondos, en los que es recomendable esperar tres años para recoger los frutos, los partícipes de ciertos productos, como el JPM Global Capital Appreciation, habrán visto como, mientras la mayoría pierde, este se desmarca con avances superiores al 3%.