LA PAZ (Reuters) - Aunque estaba prevista, una resolución que consolida la propiedad estatal de los hidrocarburos comercializados en el mercado interno de Bolivia provocó el miércoles nuevos roces entre el gobierno de Evo Morales y la petrolera brasileña Petrobras.
El choque se produjo dos días antes de una esperada visita del ministro brasileño de Energía, Silas Rondeau, en medio de lo que las autoridades bolivianas consideran una etapa decisiva para las negociaciones sobre la aplicación de la nacionalización de hidrocarburos y el precio del gas natural que compra Brasil.
La empresa se refirió especialmente a la decisión gubernamental de reducir los márgenes de ganancia en las dos refinerías del país, de propiedad de Petrobras, y dar a la estatal boliviana YPFB la potestad de decidir sobre los precios internos.
En su comunicado, Petrobras negó haber obtenido "beneficios extraordinarios" por sus negocios internos en Bolivia y afirmó que, por el contrario, la refinación le ha provocado pérdidas que pudo compensar con los altos precios de los productos exportados.
Brasil compra actualmente a Bolivia unos 26 millones de metros cúbicos diarios de gas, a un precio de 4 dólares el millón de unidades térmicas británicas.*.
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