
Nueva jornada de caídas para la renta variable, algo que llevó a los principales índices europeos a presionar sus soportes clave, como son los 10.700/10.800 puntos del Ibex 35 o los 3.400/3.420 puntos del EuroStoxx 50. Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader, asegura que "perder estos niveles podría suponer una caída adicional de entre el 5% y el 7%, lo que significaría borrar todas las ganancias cosechadas en el año y retroceder a la zona de los 10.000 puntos para el Ibex".
En Estados Unidos, el nivel a vigilar son los 2.040 puntos del S&P 500. El índice se encuentra por encima de dicho nivel, cuya pérdida significaría traspasar la línea que separa "un contexto lateral alcista de uno potencialmente bajista", asegura Cabrero.
Con la inestabilidad bursátil, desde Ecotrader, el portal de inversión de elEconomista, se procedió al cierre de gran parte de las estrategias, lo que ha provocado que la exposición a renta variable se encuentre en uno de sus niveles más bajos del año, en el 57%. En el año, sólo se vio un momento de menor exposición a renta variable. Fue durante el epicentro de la crisis griega el momento en el que se redujo hasta el 47%.
Verano inestable
El verano está siendo un momento de mucha inestabilidad para la renta variable por dos focos: Grecia y China. Si el mes de julio estuvo marcado por las duras negociaciones entre el Gobierno heleno y el Eurogrupo para el desbloqueo del tercer rescate -recientemente aprobado-, en agosto el protagonismo ha pasado a China.
A finales de julio, la bolsa del gigante asiático registró su mayor caída desde 2007. En ese momento, el Gobierno de Xi Jinping decidió intervenir suspendiendo la cotización de más de 2.000 compañías, por encima del 70% de las firmas cotizadas del país, y, además, prohibió a los grandes accionistas -aquellos con una participación superior al 5% en una compañía-, directivos y altos ejecutivos vender acciones de sus empresas durante un periodo de seis meses. Ni siquiera estas medidas han podido calmar el estallido de la renta variable china, como ya lo calificó el FMI.
Las evidencias de la desaceleración de la economía china se plasmaron de nuevo la semana pasada cuando el Banco Popular del país llevó a cabo una triple devaluación del yuan del 4,6%. La bolsa volvió a reaccionar con caídas y el gobierno chino se vio obligado a realizar la mayor inyección de liquidez de los últimos 19 meses.
Dicho estallido también se ha hecho notar en Europa. En concreto, el Ibex 35 se ha dejado desde los máximos del año -en abril, en los 11.866,4 puntos- más de un 9,1%.
Además, en la sesión de ayer cedió un 1,06%, lo que le llevó a perforar los 10.800 puntos y a cerrar por debajo de dicho nivel por primera vez en más de un mes. Así ha presionado su soporte crítico de los 10.700 puntos, de cuyo mantenimiento depende conservar las ganancias cercanas al 4,9% que cosecha en 2015.