Los datos de ventas de automóviles publicados en los últimos meses han hecho saltar las alarmas en el sector. De todas las cifras que apuntan a un descenso en China, quizá las más preocupante atañe a Volkswagen, para quien las ventas cayeron en el gigante asiático durante el primer semestre por primera vez desde 2005. En concreto, se redujeron un 3,9 por ciento por "la desaceleración de la economía china", según la propia compañía. Otros datos han apuntado en la misma dirección. En el mes de junio, las ventas al por mayor de vehículos de pasajeros en el país descendieron un 2,8 por ciento, "la primera caída interanual de 2015", según recalca Barclays en un informe en el que señala a BMW y Volkswagen -las dos europeas más expuestas al mercado chino (ver gráfico)- como las más perjudicadas.
Este escenario ya lo venían adelantando ambas compañías en el parqué desde el primero de enero. Junto al resto de los grupos automovilísticos europeos, protagonizaron un espectacular rally alcista en los primeros compases del año que llevó al índice sectorial del Stoxx 600 a repuntar un 37,6 por ciento hasta el máximo histórico que alcanzó el 16 de marzo. Desde este techo, el sectorial ha corregido un 12 por ciento, mientras que, paralelamente, Volkswagen y BMW han duplicado esa caída. La primera lo ha hecho en un 22 por ciento desde los máximos que también alcanzó en marzo y, la segunda, en un 24. La recomendación que reciben los títulos de una y otra compañía han seguido el mismo camino. El sólido consejo de compra que lucían los de Volkswagen a principios de año se ha deteriorado hasta quedarse al borde del mantener, mientras que los de BMW reciben la peor recomendación del sector.
"El declive de Volkswagen en China refleja un mercado más débil, pero el fabricante alemán también ha sido lento al adaptarse a los cambios en los gustos", explica Robin Zhu, analista de Sanford C. Bernstein & Co., quien argumenta que "la flota de la marca Volkswagen es muy sedán en un ambiente donde se está produciendo un gran cambio hacia modelos más deportivos". Barclays se apoya en datos: "En junio, las ventas en China de las berlinas cayeron un 14 por ciento, mientras que las de los deportivos crecieron un 43". Por su parte, Banco Sabadell añade que este escenario "ha tenido impacto en sus cotizaciones en las últimas semanas" y que, dado que China es clave para estos grupos, esta caída podría seguir lastrando sus títulos.
Daimler ha seguido una senda opuesta. Corrige desde máximos un 12 por ciento y sus ventas crecen un 34 por ciento entre enero y junio en China. Además, su recomendación ha mejorado hasta el punto de que recibe ya el segundo mejor consejo de compra entre las 100 más grandes del Stoxx 600. Su buen momento se traduce también en que en lo que va de año, las casas de análisis han mejorado su previsión de beneficios para 2015 un 13 por ciento hasta los 8.193 millones, lo que mejoraría más de un 20 por ciento el resultado de 2014. El beneficio neto de Volkswagen se espera que crezca un 9 por ciento y el de BMW un 14. Todavía menos impactadas por la desaceleración de la economía china, las dos grandes automovilísticas francesas, Peugeot y Renault -no más de un 7 por ciento de sus ingresos depende del mercado chino-, apenas han corregido un 4 y un 6 por ciento en el parqué desde sus máximos anuales.