Bolsa, mercados y cotizaciones

La bolsa china, territorio del pueblo

Pekín, 8 jul (EFE).- Cui Hongbo tiene 28 años, es un humilde informático de Pekín y, hasta hace unos días, inversor de bolsa en sus ratos libres, pero la mala racha de los parqués chinos le ha obligado salir de los mercados un poco más pobre de lo que entró.

"Al final tuve que salir, aunque perdí un poco de dinero", admite a Efe Cui, uno de las decenas de millones de chinos que escucharon los cantos de sirena de los parqués y que buscan ahora cómo minimizar las pérdidas que les han provocado sus aventuras bursátiles.

Son jubilados, estudiantes o empleados de empresas estatales y podrían ser el tío, el amigo o el vecino de cualquiera, porque en China, un país que se autodefine como una "economía socialista de mercado", la bolsa se ha convertido en territorio del pueblo.

Los parqués chinos están poblados por inversores de a pie: hay más de 90 millones de particulares que poseen valores bursátiles, una cifra superior a la de 87,8 millones de miembros del Partido Comunista de China, y generan aproximadamente cuatro quintas partes del volumen de negocio de las bolsas.

"Los fondos públicos no están muy desarrollados y la gente no confía demasiado en los fondos privados, así que muchos optan por invertir ellos mismos en la bolsa", explica a Efe un catedrático de economía especializado en la bolsa la Universidad de Economía y Finanzas del Suroeste de Chengdu (China), Chen Yongsheng.

Con las férreas restricciones que impone el Gobierno chino sobre los flujos de capitales transfronterizos, los ciudadanos que quieren rentabilizar sus ahorros apenas pueden elegir entre dejarlos en el banco, comprar viviendas o jugársela en la bolsa.

El informático Cui Hongbo estuvo en esa disyuntiva: "El mercado no paraba de subir. Pensé que era mejor poner el dinero en la bolsa que en el banco", dice.

Los bancos chinos nunca ofrecieron retornos jugosos y el bajón en los últimos meses del sector inmobiliario, tras años de auge, ha hecho que el ladrillo pierda un atractivo que sí presentaban hasta hace poco las bolsas, en racha ascendente casi ininterrumpida desde el pasado noviembre hasta mediados de junio.

Esa larga tendencia alcista del mercado se fue alimentando por la masiva llegada de ahorradores, ya que 40 millones de nuevos inversores se incorporaron entre mayo de 2014 y mayo de 2015, según el Fondo Fiduciario y de Clarificación de Depósitos de Valores.

Muchos de ellos carecían de conocimientos financieros y una cuarta parte ni siquiera completó la educación secundaria, según una encuesta del Centro de Investigación de las Finanzas de los Hogares de China, lo que hace que los parqués chinos sean muy sensibles a los rumores.

"Entre los inversores individuales algunos tenían conocimientos previos y otros no, pero una vez entran en bolsa poco a poco todos van aprendiendo", indica a Efe una analista bursátil que trabaja en Pekín y prefiere no revelar su nombre.

Cui Hongbo estuvo meses atento a la bolsa antes de decidirse a invertir una modesta cantidad, el pasado abril.

"Primero miraba el sector que me interesaba, luego me fijaba en las empresas y compraba las acciones de las empresas buenas. Después de ganar un poco vendía y compraba en otras compañías", relata Cui.

Cui se guiaba por los comentarios sobre la bolsa por internet y las opiniones de los expertos que aparecían en la televisión estatal CCTV.

Sin embargo, la bolsa que subía tanto que parecía no tener techo un día comenzó a bajar y está registrando las caídas más fuertes en su historia (el índice general de Shanghái ha perdido un tercio desde el 12 de junio), con lo que todos esos inversores que se estaban enriqueciendo han empezado a perder dinero y huyen del parqué.

"Todo el mundo sabe cuáles son los riesgos y sabe que tienen que asumirlos ellos mismos, de modo que pese a la nefasta situación actual muy pocas personas están causando problemas al Gobierno", señala el catedrático Chen.

Sin embargo, por las redes sociales chinas circulan cada vez más informaciones (no confirmadas oficialmente) sobre suicidios de gente que lo ha perdido todo en el reciente desplome de la bolsa y la policía china detuvo a un hombre el pasado domingo y lo acusó de difundir este tipo de rumores.

"Muchos inversores se están retirando por el miedo a perder dinero y también porque están muy endeudados", añade el economista de la Universidad de Economía y Finanzas del Suroeste.

Cui Hongbo es uno de los que ha vendido sus participaciones, perdiendo un poco de la suma que había invertido inicialmente, antes de quedarse sin nada.

¿Ha aprendido algo de su experiencia en bolsa? Responde Cui: "Que uno no se debe fiar demasiado de los comentarios de internet y no debe seguir ciegamente lo que haga todo el mundo".

Adrià Calatayud

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