La polémica está servida. Con el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, no dejando títere con cabeza con sus polémicas declaraciones, la lista de enémigos sigue creciendo. Tras Univisión o Macy´s llegaba el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, quien aseguraba que su gobierno revisará parte de los contratos que tiene con la Trump Organization.
Un hecho que ha avivado aún más la candente situación que rodea al multimillonario y que sus apoyos califican como un ataque a la Constitución por parte del edil de la jungla de asfalto. A la espera de determinar el alcance de esta amenaza, recordemos que Trump ya ha presentado una demanda contra Univisión, es un buen momento para repasar algunos de los principales contratos que The Donald tiene con la ciudad.
Quizás el más destacable, a la par que polémico, es el Trump Golf Links, en Ferry Point Park, en el Bronx. Este campo de golf, que ha costado a los contribuyentes cerca de 230 millones de dólares, según la Oficina Independiente de Presupuesto, está gestionado por Trump y continuará durante los próximos 20 años, según los acuerdos alcanzados con el ex alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg. Este proyecto se ha convertido en el campo de golf municipal más caro del país, ya que el gobierno municipal debe costear el riego, que viene a costar hasta 300.000 dólares anuales.
Por su parte, Trump ha destinado un total de 10,8 millones de dólares de su propio dinero para construir un club de campo, un plan en el que se incluye la gestión y manutención del campo de golf. Según el contrato, Trump puece cerrar completamente todo el recinto durante un 20 por ciento de lo que dura la temporada de golf para organizar eventos privados. Además tiene vía libre para imponer las tarifas a los individuos que decidan jugar en el recinto, sumas que oscilan entre los 141 dólares y los 169 dólares por jugador.
Trump también gestiona, junto a Rink Managemente Services of Mechanicsville, la histórica pista de patinaje sobre hielo de Central Park, conocida como Wollman Rink, desde 2001. La gestión también incluye otra pista de hielo, Lasker Rink, situada en el norte del mítico parque neoyorquino.
En 2010, Donald Trump también consiguió un contrato para gestionar y mantener el tiovivo situado en Central Park, por el que desembolsó 7.500 dólares mensuales durante seis meses, en labores de reparación. El carrusel fue construido en 1951 y esuno de los más grandes del país.
