Bolsa, mercados y cotizaciones

Ponerse en forma, un nuevo 'boom' en bolsa

El negocio de pulseras cuenta pasos y otros dispositivos que miden la actividad física de un individuo está en auge. Se trata de un mercado que podría llegar a superar los 12.500 millones de dólares en los próximos tres años. Sin embargo, los expertos alertan de que su tirón podría tener fecha de caducidad y convertirse en una burbuja, a pesar del éxito que están teniendo.

Se imagina poder adelgazar más de 13 kilos y ganar 124 millones de dólares en el proceso? Esta es la genial fórmula empleada por Jeff Clavier, el gerifalte de la compañía de capital de riesgo SoftTech, que con su inversión en FitBit ha visto como aquel cheque de 125.000 dólares rubricado hace siete años al fabricante de cuenta pasos y otros wearables, ha sido de lo más fructífero. La compañía se estrenó el jueves sobre el parqué de la New York Stock Exchange congregando a un centenar de personas en la explanada del mítico edificio que, al ritmo del entrenador de las estrellas, Harley Pasternak, y la actriz Jordana Brewster, calentaron motores para la que fue la cuarta mayor salida a bolsa en lo que llevamos de año, con una recaudación de 732 millones de dólares, según la consultora Renaissance Capital.

La compañía, cuyas acciones llegaron a dispararse hasta un 52 por ciento durante la jornada, puso un valor a sus títulos de 20 dólares por acción, por encima del rango previsto, y terminó la sesión con un valor de mercado que oscilaba los 6.000 millones de dólares. Buenos augurios para este fabricante que domina el mercado después de haber vendido más de 10,9 millones de pulseras y derivados el año pasado. Sin embargo, el negocio de los cuenta pasos y otros dispositivos, que miden la actividad física de un individuo permitiendo recopilar información gracias a la interconectividad de distintas aplicaciones, se ha convertido en una verdadera jungla. La canibalización es evidente con Garmin, Jawbone o Misfit postulándose como algunas de las competidoras que buscan robarle el pastel a FitBit sin perder el ojo a fabricantes de ropa deportiva como Adidas o Nike.

En estos menesteres tampoco podemos pasar por alto la irrupción de colosos como Samsung, Google, Microsoft y, cómo no, Apple, que con sus sofisticados productos hacen sombra a las entidades de menor tamaño permitiendo sólo una ventaja competitiva en lo que a precios se refiere. No sólo el coste sino también en la duración de sus baterías. "Con una duración de la batería de 18 horas, el reloj de Apple no es capaz de realizar, por ejemplo, un seguimiento completo del sueño, algo que sí ofrecen Fitbit, Jawbone y otros dispositivos orientados al bienestar y la salud. Esto deja algo de espacio para seguir marcando el terreno dentro de un negocio bastante amplio", indica Ian Fogg, director de tecnología móvil en la consultora IHS.

¿Un 'boom' pasajero?

Una ventaja que no todos coinciden que durará mucho tiempo. "Mientras Fitbit es claramente el líder global respecto a otras pulseras de fitness como Jawbone, Garmin y Misfit, cuando observamos la categoría general de wearables, donde los smartwatches entran en juego, las bandas de fitness están perdiendo cuota de mercado", explica John Feland, fundador de la consultora Argus Insights.

La consultora GfK adelantaba en un informe publicado recientemente que las ventas de relojes inteligentes se dispararán este año gracias a la publicidad invertida en promocionarlos. De hecho podrían superar las ventas de las pulseras cuenta pasos por primera vez en la historia. Recordemos que el mercado de los vestibles inteligentes (wearables) podría llegar a superar los 12.500 millones de dólares en los próximos tres años. De esta cifra alrededor de dos tercios correspondería al negocio de las pulseras y cuenta pasos relacionados con el ejercicio físico.

"La gente se cansa pronto de las bandas de fitness", justifica Feland. Para que Fitbit pueda crecer tendrá que mantener su base de usuarios y darles razones para comprar nuevas versiones de sus productos. "Nuestros datos indican que otros dispositivos más completos están asumiendo el control del mercado", añade. En cierta forma, como aseguraba recientemente el propio Steve Wozniak, co fundador de Apple, existe una clara burbuja del conocido como Internet de las cosas, donde también se incluye el mercado de los wearables. Según la consultora IDC, los envíos mundiales de la industria de productos vestibles se duplicará este año, hasta los 72,1 millones de unidades y se prevé que alcancen los 155,7 millones en 2019.

Argus Insights espera que, como ocurrió con el mercado de las tabletas, el número de marcas blancas en pulsera de fitness aumente en los próximos seis meses. Un hecho a tener en cuenta, ya que si los usuarios de estos productos normalmente suelen cansarse pronto, los consumidores podrían decantarse por opciones más baratas y con funciones similares. En este sentido, la china Xiaomi ya ha tomado la delantera con su pulsera Mi. En realidad, uno de los problemas existenciales que enfrentan compañías como FitBit reside en su total dependencia de una gama de productos. Mientras Garmin o Jawbone cuentan con otras alternativas, desde GPS hasta altavoces, FitBit reconocía en la documentación presentada ante la Comisión de Mercados y Valores de EEUU que casi todo su negocio depende de sus pulseras. Algo que hace que algunos se lo piensen dos veces antes de invertir en una compañía que ahora debe demostrar que lo puede hacer tan bien como, por ejemplo, GoPro.

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