El agente del FBI que supervisó la investigación de Bernard Madoff y ayudó a introducir el uso de intervenciones telefónicas que desenmascaró numerosos casos de información privilegiada y manipulación ha dado el salto al sector privado y ahora trabaja para Goldman Sachs.
Patrick Carroll, de 50 años, se une al banco tras casi 25 años de servicio en la agencia de investigación criminal de EEUU, y se une a la larga lista de antiguos miembros que se unen a diferentes firmas de Wall Street. Carroll es actualmente vicepresidente del departamento de Auditoría Interna, Supervisión y Estrategia.
Durante sus 25 años de servicio público, Carroll trabajó en robos de bancos y crimen organizado, pero su trabajo más conocido es como jefe del fraude de Madoff y su estafa piramidal. Bernard Madoff, ex presidente de Nasdaq y respetado inversor, perpetró la mayor estafa jamás conocida en la historia de Wall Street y que cumple una condena de 150 años de cárcel. Otro caso estrella en el que trabajó fue en el de gestor de hedge funds Raj Rajaratnam.
Su nombramiento llega en un momento en que los reguladores y los fiscales están incrementando el escrutinio sobre las instituciones financieras, y cuyas investigaciones han resultado en multas de miles de millones de dólares.
"Puede ayudar (a Goldman) tener personas que saben cómo piensa el gobierno y cómo actúan los investigadores, un tipo que tiene la mentalidad de un lagarto", resume Roy Smith, profesor de Finanzas de la Universidad de Nueva York y antiguo socio del banco de inversión.
Lo curioso es que Carroll se incorporó al FBI en 1991 tras un periodo en el hundido Lehman Brothers y en el también quebrado Merrill Lynch (ahroa parte de Bank of America), en un momento en el que la agencia buscó empleados con formación financiera tras la crisis de ahorros y préstamos que sufrió EEUU en los 80, la más relevante hasta la crisis que se desató con la quiebra del propio Lehman.